22. ¡Todo se fue a la mierda!

837 63 87
                                    


El sábado llego y con él el día del baile. El día en que le haré mi última broma a Lian. El día en que dejaremos todo esto de la enemistad de lado para ser lo que realmente somos. Me encantaría decir que pasaremos a ser amigos o algo más que eso, pero no, seremos solo dos seres que están conectados por sus madres y nada más. Pero aunque suene triste, y los es un poco, es lo mejor, al menos para mí.

Estoy terminando de arreglar mi cabello cuando me llega un mensaje de Clara diciéndome que ya están en la escuela. Ella junto con Lila habían estado aquí para ayudarme a arreglar hasta que Lian me escribió avisando que pronto llegaría, así que decidieron adelantarse para perfeccionar los detalles de la broma que le haré a mi pareja para el baile. Para ser sincera no estoy muy segura de esto, en mi todavía hay algo que me dice que las cosas no son como parecen, sin embargo no le hago caso, estoy consciente que ese es mi estúpido corazón creyendo que esto es como un cuento. Pues no, ya no volveré a caer.

De abajo se escucha el grito de mi madre informándome que Lian ya está aquí. Como si en mi hubieran un interruptor interno del pánico y este hubiese sido activado empiezo a caminar de un lado al otro con nerviosismo. Por mi cabeza pasan un montón de ideas, algunas coherentes, otras una completa locura y unas que simplemente no valen la pena mencionar. El típico e infaltable ¡CORRE, ESTÚPIDA! de mi cabeza se hace presente y es tanto mi estado de desesperación que sin pensármelo mucho me asomo por la ventana para calcular que tan alto me encuentro y que tanto me va a doler la caída.

Así que después de un momento de crisis por fin decido hacer lo más inteligente...

Fingir mi muerte.

Está bien, no haré eso, aunque ganas no me faltan.

Tratando de calmar mi respiración y mis nervios salgo de mi lugar seguro, ósea mi cuarto, y me encaminó a las escaleras. Cada paso se siente tan pesado y lento, como si con cada paso que doy el peso de una piedra imaginaria se posará en mi espalda. Mientras más me acerco al final de la escalera me entran más ganas de salir huyendo. Pero me resisto a semejante tentación, no me voy a echar atrás y menos ahora que todo está casi listo.

Al llegar a la mitad de la escalera la seguridad que había reunido se fue volando, pues ahí puedo ver a Lian. El está observándome desde abajo. Lleva puesto un traje que le queda de maravillo, haciéndolo lucir aún más apuesto, y haciéndome entender porque la gran mayoría de las chicas de la escuela están loquitas por él, tanto como para llegar a amenazarme en un baño. Una gran sonrisa ilumina su rostro y a mí me entra una enorme frustración, pues nada de esto es real, el solo está fingiendo para luego terminar convirtiéndome en uno de sus blancos para bromas.

Término de bajar la escalera quedando frente a él. Lian me mira de arriba abajo con fascinación y no puedo evitar ruborizarme.

—Abby, estás preciosa —halaga.

Por un momento dudo de si él en realidad planea hacerme algo, la sinceridad es sus palabras y en su mirada me confunden.

Pero entonces una voz en mi cabeza dice—: No seas tonta, el está mintiendo —y recupero mi determinación.

—Gracias, tu igual — entonces entro en cuenta de que eso no sonó del todo bien— es decir, que tu también te ves bien, no que estés preciosa...

El suelta una risita por lo bajo ante mi torpeza— está bien, entiendo, gracias.

— ¡Abby, pero si estas hermosa! —escucho decir a alguien y me volteo para ver a Diane, que al parecer vino con su hijo, salir de la cocina con mi madre detrás.

— ¡Gracias!

— ¿No crees que se ven maravillosos juntos? —le pregunta mi madre a su amiga viéndonos con adoración.

más que enemigos [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora