más que enemigos [En Proceso]

21. Una nueva decepción.

*¡Hola a todos! Antes de que empiecen a leer el capítulo quiero mostrarles algo super bonito que me regaló mi querida @Goodly_Mel (está en multimedia)
¡Es una portadaaaa!
Te quedo muy linda!!! Muchas gracias, hermosa. Aunque no te puedo dar un regalo así de bonito, igual te quiero dar algo así que este capítulo es para ti. ¡Espero que te guste!
Un beso en tu preciosa nalga xd*

...

Al trancar la puerta es que me permito sacar toda la emoción que he estado reteniendo desde que Lian dijo lo del baile. Como loca empiezo a saltar y a correr por la casa soltando chillidos de entusiasmo; despertando a mi paso al pobre de Rocky que estaba durmiendo plácidamente en el sofá.

¡Lian me acaba de invitar al baile! ¡A mí!

Y lo que dijo de ultimo fue tan... ¡esto es mucho para mi pequeño ser!

— ¡¿No viste lo que acaba de pasar?! ¡Lian me invito a un baile! —cargo al cachorro y comienzo a dar vueltas con él, sin embargo en vez de estar igual de contento que yo este se retuerce entre gruñidos para que lo baje.

Sin perder mi emoción suelto al perro y subo las escaleras corriendo. Necesito decirle esto a alguien, alguien que no gruña o muerda, antes de que me explote. Cuando entro a mi cuarto rápidamente enciendo mi laptop y llamo a Carter, pasan unos minutos, que se me hacen eternos, y finalmente contesta.

— ¡Carter!

—Oye sé que soy un encanto pero no es para que te emociones tanto por verme —finge arrogancia.

—Aja, bueno, pues no estoy así por ti —aclaro.

— ¿Entonces por qué?

—Adivina quién va ir a un baile y aparte es tu mejor amiga —a veces estar contenta me pone tonta.

—No tengo ni la menor idea —dice con sarcasmo.

—Carter, no dañes mi felicidad —me quejo.

—Bueno ¡no tengo ni la menor idea de quién es! —expresa con un entusiasmo exagerado.

Si lo tuviera de frente lo habría golpeado, pero estoy tan feliz que su actitud no me perturba.

— ¡Pues yo! —Suelto con obviedad— y adivina quién me invito.

—Por dios, Abby, solo dilo —se queja.

—A veces eres muy amargado —comento con cansancio— fue Lian.

—Un momento ¿Lian? ¿El hijo de la amiga de tu mamá? ¿Tu crush de la infancia? ¿El que supuestamente odias?

—Bueno, yo no lo odio solo que hemos tenido mal entendidos. Pero, si, ese Lian.

— ¡Ay gracias a dios! —Puedo ver como mira hacia arriba y alza las manos mientras las agita—por fin dejaron ese juego de niños y admitieron que se gustan, porque en serio parecían niños de preescolar.

—Ay, claro que no —defiendo.

—Pregúntale al que quieras, te dirá lo mismo que yo —el pone su rostro más neutral y con sinceridad dice—: pero hablando en serio, estoy muy feliz por ti. Lástima que no estoy allá para darle las pautas a Lian.

— ¿Las pautas? — ¿ahora con que locura me saldrá?

—Sí, las pautas, ya sabes, tráela antes de las 12; si le haces algo te mato —explica— sin gorrito no hay fiesta; y esas cosas.

—Ay, Carter cállate.

—Pero es la verdad —insiste— no estamos para mantener a un muchachito.

—Tú en serio que estas mal de la cabeza —puedo sentir mis mejillas calentándose.