3.

2.9K 157 7
                                    


—Bueno, eso estuvo... bien—rompió el hielo Carlos.
Eugenia lo miró con mala cara mientras que Charles se había ido al baño.

—¿Qué te pasa Carlos?—suspiro—Pensé que te caía bien y aceptarías esto.

—Me cae bien, cuando está lejos de ti. No me gusta para ti, eso es todo—comentó Carlos alzando los hombros en señal de no saber.

Eugenia rodó los ojos y tomó el tenedor para acercarlo a la mano de Carlos para pretender apuñalarlo.

—¡Eh, cuidado! Que vale millones–grita Carlos.

—Compórtate como tal entonces. Yo no me puse así cuando empezaste a andar con mi prima— alzó las cejas Eugenia en señal de haber ganado la primera ronda de discusiones.

Carlos la miró y frunció el ceño, le molestaba que le sacara cosas del pasado ahorita.

—Mañana vendrás a mi casa, ¿verdad?–preguntó con esperanza Carlos, esperaba verla todos los días.

—Sí, pero después nos iremos para Portugal, queremos llegar allá antes del Gran Premio.

Carlos rodó los ojos imitándola al hablar a lo qué Eugenia solamente le pegó con el puño ligeramente.

La cena terminó cuando Charles volvió y terminaron todos de platicar un poco. Se despidieron y todos parecieran irse contentos, menos Carlos, que quedó con la sensación de sentir algo incorrecto, no sabía que era pero lo sentía. ¿Sería que Charles estaba engañándola y él lo presentía?

Tendría que averiguarlo y poner manos a la obra, recordó que mañana iría Eugenia a su casa, entonces llegando levantaría un poco.

Al llegar a casa no esperaba que Isa siguiera ahí, pero lo empezó a bombardear de preguntas que ni él se había hecho todavía.

—¿Cómo te fue? ¿Quién es el misterioso? ¿Se van a casar?—preguntó emocionada.

—Para Isa, nadie aquí se va a casar–la cara de Carlos se transformó—Es Charles Leclerc.

—No lo puedo creer, que guardado se lo tenían—se sorprendió Isa.

—Demasiado para mi gusto—gruñó por lo bajo.         —Como sea no creo que duren mucho más tiempo—terminó de decir Carlos.

—¿A que te refieres?

—Son personas muy diferentes y pronto se darán cuenta.

Quiero robarme a la novia  | Carlos Sainz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora