Carlos se encontraba angustiado, Isa se había estado comportando extraña, y eso no le gustaba nada. Aunque era su novia, en estos momentos parecía desconocerla, pues nunca había sido bueno entendiendo los sentimientos de ella, y la verdad era que la culpa lo carcomía, y no sabía si era producto de su imaginación o si era realidad.El anillo en su caja permanecía acumulando polvo, cada que abría el cajón y lograba verlo, soltaba un suspiro que contenía muchas emociones. No necesitaba distracciones en estos momentos, pero Eugenia acaparaba la mayoría de sus pensamientos habitualmente.
Después de felicitarlo por haber ganado puntos, quiso aprovechar para hablar con su mejor amiga, pero ella simplemente se escapó, no entendía el porque de la actitud de Eugenia, sabía que la había cagado aquel día en su casa, y quería hablar con ella pero se lo hacía imposible. Le había dejado mil y un mensajea, esperando a que contestara alguno, pero su respuesta nunca llegó y ya habían pasado 3 días de todo esto. Sentía que el tiempo corría, que en cada momento podría hasta mandar invitaciones y pensar en eso le revolvía el estómago. Quería indagar sobre el paradero de Eugenia, pero realmente no podía preguntarle a Charles, sería no tener descaro, aunque realmente se sentía como un descarado últimamente, ocultándole cosas a todos los que le rodeaban, Isa no tenía la culpa y tenía que tener una plática con ella también antes de querer avanzar más en el plan, y antes de que se enterara por alguien más.
—¿Diga?–contestó Carlos, su teléfono había estado vibrando y no lo había sentido por estar metido en sus pensamientos.
—Buenas tardes, señor Sainz. Nos comunicamos por parte de The Plaza, hemos acomodado su cita para dentro de dos semanas, los detalles se le enviarán por correo electrónico— Carlos suspiró, había olvidado que había movido algunos hilos para conseguir una cita con el encargado del salón para que le dijera fechas disponibles y todo lo demás que incluiría.
—Muchísimas gracias. Estaré pendiente.
Colgando la llamada, se dió cuenta que tenía dos semanas para poder avanzar lo posible con el plan, aunque no se encontraba muy seguro ya podría siquiera lograrlo, pero ya no era momento para rendirse. Pero tenía que empezar por lo primordial, terminar con Isabel. Incluso si no terminaba con Eugenia, sabía que no podía seguir con ella, no era justo para ambos, y prefería quedar solo que seguir cargando con culpas.
Así que le envío un simple mensaje de texto a Isa.
«Tenemos que hablar. Nos vemos a las 5pm en Postodoro.»Mientras que para Carlos sonaba lo más serio del mundo, para Isa sonaba como 'el momento ha llegado' donde se suponía que le propondría matrimonio, y no cabía de la emoción.
——
—Eugenia–la llamó Charles mientras bajaba las escaleras.
Eugenia asomó la cabeza desde la cocina para poder ver que pasaba.
—¿Ajá?
—Tengo que salir a hacer unas cosas. ¿Necesitas algo de la calle?–preguntó mientras se ponía su abrigo.
Eugenia negó con la cabeza, y mientras Charles salía por la puerta principal, soltó un suspiro. Había estado incómoda desde su última plática con Carlos, el hecho de que estaba inconclusa y que tenía miedo de terminarla, pero no era el mejor momento para hablar con él, no sabía cómo podía resultar, en especial después de enterarse de lo del anillo. Sentía como si estuviese jugando con ambas, en donde si no tenía a Eugenia tenía a Isa y así viceversa.
Algo dentro de ella quería enojarse con Carlos, pero sabía que él no era capaz de algo así, y eso la atormentaba más, porque entonces no sabía que estaba pasando realmente, y sentía que tenía que hablarlo con el pronto.
Su boda estaba empezando a tomar forma y quería que todo estuviese correcto en su vida para poder terminar todos sus planes, porque últimamente sentía que en cualquier momento podría sufrir un cuadro de ansiedad, y Charles no se había vuelto de mucha ayuda, se encontraba comparándose últimamente mucho con su mejor amigo, soltaba unos cuantos chistes disfrazados de lo que en realidad sentía; "No querrá Carlos casarse el mismo día que nosotros, ¿verdad?" Y a veces soltaba bromas sobre un "intercambio de novias" y empezaba ya a molestarle a Eugenia, porque sabía que lo decía con todo el afán de burlarse de ellos.No quería seguir alimentando sus bromas de inseguridad, entonces solamente se volteaba y se retiraba de allí.
Decidió mandarle un mensaje a Carlos por el bien de todos, o quizá solamente de ella.
Solamente era para darle la razón en que tenían que verse para hablar sobre aquello, y que tenía que ser pronto.
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Quiero robarme a la novia | Carlos Sainz
FanfictionEugenia Veinbergs y Carlos Sainz son mejores amigos desde siempre, pero solo basta un Gran Premio para que Carlos se dé cuenta que está enamorado de su mejor amiga, la prima de su novia y sobre todo, la novia de su futuro compañero de equipo, pero e...