14. Shadow

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(N/A: Si supiera dedicar caps, cosa que no sé .-. , se lo dedicaría a Inazumafan333 por ayudarme con el nombre del hermano de Sia :3)

Narrador Omnisciente.

-Hola, hijo. Es... agradable verte de nuevo. -Forzó una sonrisa mientras observaba el atuendo de su hijo mayor.

Este traía unos pantalones negros ajustados, una remera gris de mangas largas y unas zapatillas también grises. Sin contar una mochila negra que siempre traía.

-Sí, sí, sí ¿Dónde está Sia, la encontraste? -Preguntó con desespero marcado en su tono de voz.

-Técnicamente, no. Pero sé donde está. -Dijo el mayor, cruzado de brazos.

-¡Papá! -Oyeron ambos, de ningún lugar en particular. -Desaparezco por un día y tú llamas a la armada para buscarme. -Se quejó esa voz femenina tan conocida.

-No llamé a... -Comenzó a defenderse cuando sintió una palmada en su hombro.

-No arruines su momento, Pitch. -Aconsejó su hijo.

Una pelea comenzó entre padre e hija, pero el segundo hombre de la familia no le prestó atención. Estaba perdido en sus pensamientos.

Shadow Black estaba preocupado por su hermana, pero eso no significaba dejar de lado las bromas. Más ahora, que oía su melodiosa voz. Cuando su padre le llamó, se desesperó por completo. No le dejó terminar de hablar siquiera, ya que había cortado la comunicación. Recuerda haber pensado en el momento en que su enana creó a Nightmare, parecía una pesadilla bebé. Estaba tan preocupado, pero ahora que sabía que sólo había pasado un día logró relajarse. Aunque, ahora que lo pensaba, el viaje a casa de su padre le tomó unas diecinueve horas.

-¿Cuántas horas? -Preguntó irritado, interrumpiendo la discución de su familia.

-Tres... -Susurró él, apenado.

-¿Es en serio? -Colocó una mano en su frente y negó con la cabeza. -Te veo en diez minutos, enana. -Sonrió de costado, quitando su mano.

-Vale. Adiós, papá. -Saludó. -Intenta no entrar en pánico. -Se burló.

Un escalofrío recorrió la espalda de ambos, avisando que la princesa de las pesadillas no estaba presente.

Pitch no podía quitar la vista de su hijo mayor, el mismo que lo había abandonado para "vivir su vida". No lo culpaba, desde luego. Shadow siempre había sido muy independiente y su padre lo sabía mejor que nadie. Desde el día en el que creó esa pequeña máquina lo supo, él sería igual a su madre. Y como es de costumbre, se equivocó. Shadow no sólo era como su madre, también se asemejaba al "Coco" de una manera muy notoria. Sia era un caso distinto, ella era... ella. Ambos hijos eran únicos.

-Papá, te explicaré algo. -Comenzó Shadow. -¿Conoces la regla de los policías de esperar veinticuatro horas para reportar a un desaparecido? -Habló como si su padre fuera un niño pequeño.

-¿No eran setenta y dos? -Cuestionó confundido.

-¡Yo que sé! -Gritó. -Escucha, tú deberías seguir esa regla. -Volvió a su tono de voz normal.

El castaño colocó una mano sobre el hombro de su padre y le sonrió con fingida ternura. Asintió de la misma forma y desapareció dentro de una nube negra con destellos azules.

De una sombra de un árbol cercano a Sia, una figura formada por esa nube negra/azul marino emergió. Ella giró su cuerpo en esa dirección al sentirle cerca. Una vieja historia de los hermanos.

-¡Shadow! -Saltó a sus brazos apenas este apareció.

-Sia, me tenías preocupado. -Suspiró de alivio, acariciando el cabello de su hermana.

Esta última escondió su rostro en el pecho de su hermano, que era una cabeza más alto que ella. Ambos sonrieron inconcientemente, hace años que no se encontraban. La felicidad los invadió por completo, pero a Sia le duró poco.

-¿Estás bien? -Preguntó él, apoyando su mentón en la parte superior de la cabeza de su hermanita.

Sia se separó un poco del cuerpo protector de su hermano, y le miró a los ojos. Las miradas de los hermanos se juntaron, ninguno se atrevía a apartar la mirada. Estaban teniendo uno de esos momentos, esos instantes en los que se aislaban del mundo y sólo existían los hermanos pesadilla.

Sia's POV:

-¡¿Cómo se atreve?! -Gritó un Shadow furioso.

-Tranquilo, hermano. -Intenté calmarlo, tomando uno de sus hombros.

Fue una mala idea hablar sobre Marcus y Sally con él. En especial, porque es muy sobreprotector. Ahora estaba gritando como un desquiciado, rompiendo todo con sus poderes. Parecía un loco, o tal vez lo era.

-No. -Respondió secamente.

-¿No? -Repetí confundida.

-No puedo estar tranquilo ahora que sé todo esto. Sueña con librarte de mí porque no pasará. -Advirtió mientras caminaba en mi dirección.

-¿A qué te refieres? -Ladeé la cabeza.

-No me iré, me quedaré aquí. A tu lado. -Explicó, colocando sus manos en mis hombros.

-¿Estás jugando? -Negó con una sonrisa divertida. -¡Genial! -Chillé y lo estreché entre mis brazos.

-Una ballena me atrapó. -Dijo sin aliento.

-¡Oye! -Lo solté y fulminé con la mirada.

-¡La ballena habla, corra quien pueda! -Chilló con voz de niño asustado.

Me carcajeé en su cara y golpeé su hombro. Él me acompañó en mi risa, tiró su cabeza hacia atrás y continuó riendo con las manos en su estómago. Era una imagen muy graciosa.

Nightmare estaba a nuestro lado, observando con diversión la escena. Entre todos los relatos, se coló el de nuestro nuevo hermano menor. Sí, así habíamos nombrado a Darkie. Otro príncipe de las pesadillas en la familia. A los dos nos emocionó la idea, yo siempre quise un hermano menor y Shadow le tiene un gran aprecio a Nighty desde que lo creé.

Caminamos los tres juntos, contando bromas o hablando de cosas sin sentido, hasta llegar al pequeño "escondite" que Dark y yo compartíamos. Ahora viviríamos tres personas aquí y el lugar era algo pequeño...

-Emm... Shadow, podrías... -Comencé a pedir.

-No digas más. -Me interrumpió, dando un guiño con una sonrisa de suficiencia.

Con un movimiento de manos, el espacio se hizo más grande. Ahora cabíamos tres personas, o cinco. Hizo una reverencia graciosa, Dark y yo aplaudimos aguantando la risa. Nuestro hermano levantó la cabeza, sin dejar su reverencia, y guiñó un ojo a Nighty. Ahora sí, rompimos en carcajadas acabando en el suelo los tres amontonados como sacos de papas.

Pude olvidar todos mis problemas por unas horas. Pude dejar de lado a Marcus y a Sally por unas cuantas horas. Pude sonreír y reír, en lugar de rogar por explicaciones a alguien. Pude ser feliz aunque sea por unos segundos. Pero al final del día, todo vuelve a mi mente. La sed por respuestas regresa y mi propia imaginación divaga buscando cada una de ellas. Ninguna es correcta, lo sé. Eso lo hace más difícil.

¿Por qué Sally odia a mi padre? ¿Él la conoce? ¿Por qué usar sus poderes con su propio hermano? ¿Por qué a mí?

Mi hermano preguntó, nuevamente, si estaba todo bien. Respondí un "sí" distraído y caminé por delante de él, ignorándolo. Seguí de largo hasta llegar a un camino de barro. Dí unos veinte pasos a través de este. Me detuve en seco al oír una rama romper y una voz, una que ya conocía.

-¿Jack? -Giré mi cabeza a esa dirección mientras hablaba.

-Hola. -Saludó tímidamente.

Holaa, ¿cómo están?
Quería agradecer a Inazumafan333 por ayudarme con el nombre del hermano de Sia. Quedó perfecto para la historia :3 Y, en serio, si supiera dedicar caps te lo hubiera dedicado.

¿Les cae bien Shadow?

¿Qué creen que pase entre Jack y Sia?

Próximos capítulos: Jack y Sia, POR FIN PASA ALGO ahwe.

Adióh criaturitas del frío :33

La hija de Pitch Black (Jack Frost) ×EN CORRECIÓN×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora