La hija de Pitch Black (Jack Frost) ×EN CORRECIÓN×

20. Fin

Es hora de derrotarla.

-Demaciada charla. -Dijo Mara.

Alzó mi mano y lanzó una nube negra con forma de flecha hacia Sally. Ella la esquivó fácilmente. Un cuchillo apareció detrás suya, formado de pesadillas. Le hizo un corte en el brazo pero nada grave.
Al lado de mi enemiga aparecieron varias de copias de Marcus y se lanzaron al ataque.

Mara peleó con cada uno de ellos. Formó una espada con mis pesadillas y los mataba con esta o les dejaba con una herida profunda incapacitándolos para pelear. Así se abría paso lentamente hacia Sally, pero ella seguía enviando más y más copias. En algún punto tomé el control y comencé a pelear en lugar de Mara, aunque ella me guiaba de vez en cuando.

¡Cuidado!

Me agaché en cuanto oí el grito de Mara. Sally había lanzado un cuchillo sobre mi cabeza y falló por muy poco. Me levanté nuevamente y corrí hacia ella. Marcus peleaba con las pocas copias que quedaban. No podríamos solos...

Tomé un jarrón de la mesa de al lado mientras continuaba corriendo y se lo arrojé al rostro para ganar tiempo. Pasé por su lado, a punto de ser golpeaba. Abrí la puerta del balcón y grité con todas mis fuerzas.

-¡Guardianes, ayuda! -Grité desesperada.

Volteé rápidamente al oír pasos acercándose a gran velocidad. Esquivé el ataque de Sally y corrí dentro de la casa. Sólo esperaba que los guardianes hayan oído. Manny, ayúdame en esta.

Dí una vuelta a la mansión y encaré a Sally en un pasillo de la planta alta que dejaba ver la sala por tener una barandilla en lugar de una pared. Ambas miramos a los ojos de la otra. No sabía cuáles eran sus motivos para hacer esto, pero organizó mi secuestro. Quería asustar a mi padre. Asesinó a Killian. No es una buena persona y tomará la primera oportunidad para derrotarme o matarme.

Estuvimos unos segundos sosteniendo nuestra mirada cuando una explosión que arrasó con la puerta principal llamó nuestra atención. Por la puerta, o lo que quedaba de ella, entraron Norte, Conejo, Tooth, Sandman y Jack. Listos para el ataque, pelearon contra las copias. Marcus era el único vestido distinto así que era fácil reconocerlo.

Estaban todos aquí, ayudando.

Me encontraba tan distraída viendo a las guardianes que no noté el frío filo del cuchillo hasta que traspasó la piel de mi estómago, provocando que grite del dolor. Caí hacia la sala por culpa de la barandilla y de mis torpes pies. Sentí mi espalda golpear el suelo y mis huesos romperse. Escupí sangre. Todos me observaban en shock. Nadie sabía que hacer, ni siquiera yo misma. Sólo sabía que el dolor era insoportable.

Cerré los ojos lentamente, sólo logré oír los gritos de los guardianes antes de desvanecerme. Sabía que estaban peleando contra las copias con tal de llegar a mí.

-Sia... -Una voz susurró.

Todo lo que veía era oscuridad.

-Sia, estoy aquí. -Comencé a caminar hacia la voz que se hacia más y más familiar.

-¿Mara?

-Ven.

Corrí hacia ella. No sabía dónde estaba llendo, no podía ver más allá de mi propia nariz. Sólo sabía que tenía que encontrar a Mara. Supongo que por... instinto.

Parecía una gallina descabezada corriendo sin dirección alguna, como lo hacía yo ahora.

-¿Mara, dónde estás?

-Estoy justo aquí. -Se oía a unos metros de distancia.

Mi vista se acostumbró a la oscuridad lentamente y pude ver su silueta.