17. Unos hermanos algo extraños

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Sally's POV:

-Esto se me hace irritante.

-Tranquila, hermana... -Me calmó dentro de su jaula. -Oye...

-¿Qué quieres ahora? -Gruñí.

-¡¿Puedes dejarme ir?! Me haces quedar mal.

-Eso lo logras tú solito. No molestes, peste.

-Cuando salga de aquí...

-Oh, disculpa. Supongo que no oíste la historia del hermano desmembrado por su tierna y dulce hermana. Sí, él no sobrevivió ¿Quieres ver si tú lo logras? -Me acerqué a él con cuchillas en mis manos.

-Nah. Estoy bien, por ahora. -Se sentó cruzado de piernas. -Tal vez más tarde. -Me guiñó un ojo.

Bufé y salí de ese disgustante lugar. Olía horrendo y estaba muy mal cuidado, perfecto para Marcus. Caminé sobre el fino hilo de telaraña que unía mi castillo al borde del abismo que había decidido que era perfecto para la ubicación de la jaula. A la mitad del hilo crucé el portal, siempre abierto, que había creado desde el momento en que lo capturé.

Del otro lado, ya en mi hogar, me esperaban todas las copias de mi hermano, en especial la que había metido la pata al dejar ir a Sia.

-Bien, ¿cómo debería torturarte?

POV Marcus:
Sia. Sia. Sia. Sia... ¿De dónde conozco ese nombre? ¿Alguna de las chicas que fue mi novia y ahora me odia? No, no lo creo. Es imposible odiarme.

-¡¿Quién mierda es Sia, hermana?! -Grité.

-¡¿ERES IDIOTA O QUÉ?! -Fue la única respuesta que obtuve a cambio.

Agh, esto es tan aburrido ¿Quién va a despertar a los niños de sus dulces pesadillas sin mí? Dulces y deliciosas pesadillas...

Tengo hambre.

Desearía tener un dulce sueño justo aquí para devorarlo. O una pesadilla. Pero los de mi hermana son asquerosos, su gusto es horrible. No los comeré ni muerto. Las copias no sueñan, y comer mis sueños es un suicidio.

Pobres novias mías, comiendo sus sueños mientras dormían. Pobres chicas, soñaban conmigo. Sí, era extraño comer una copia mía con un traje de novio. Era más extraño saber que soñaban casarse conmigo.

Qué extraño... Sueños, niños, una chica... Esa chica, la de los peluches. Ella, ¿por qué la recuerdo ahora?

Flashback

-Hola niño alarma. -Dijo voz detrás de mí.

-Okey, eso da miedo ¿Desde cuándo tengo acosadoras? -Volteé lentamente para ver a una chica hermosa con el ceño fruncido.

-Yo sólo vine por el chocolate.

Tomó la barra de chocolate que estaba en la mesita de luz. Reí por su acción y volví mi vista al niño. Su pesadilla llevaba veinte segundos, un poco más y debería despertar.

-Entonces, ¿me recuerdas?

-Uhm... ¿rompí tu corazón y ahora me acosas porque aún me amas con locura?

-Sueña. Soy Sia Black, idiota.

-Oh, la chica de los muñecos. Ahora te recuerdo, sigues igual de hermosa.

-Y-yo no... Gracias.

La miré por unos instantes. Estaba ruborizada, aún más hermosa. Era bueno ver algo de color junto a tanta piel del color de la nieve. Debía darle frío, y a mí me da hambre.

-Y listo. - Dije cuando obtuve mi cena.

Jamie se despertó y se acostó una vez más. Sus sueños son los más inocentes y, por ende, los más dulces. Hoy se me antojaba algo dulce, que suerte la mía.

-Tú los provocas, ¿sabes? Sus pesadillas.

-Mientras tú lo despiertes, todo estará bien.

-¿Somos un equipo entonces?

-¡Claro! El equipo del chico alarma y la chica de los muñecos.

-Fenómenos unidos, jamás serán vencidos. -Reí junto a ella.

Fin flashback.

Oh, ella es Sia.

-¡¿QUE MIERDA LE HICISTE A LA CHICA DE LOS MUÑECOS?! TE MATARÉ SI LE TOCAS UN MALDITO CABELLO. -Amenacé poniéndome de pie.

Unas cadenas ataron mi cuerpo rápidamente y me echaron hacia las rejas de la jaula, quedando mi espalda contra estas. Mi hermana no tardó en aparecer frente a mí. Con sus manos acarició mi mejilla.

-Hermanito, ¿cómo recuperaste tus recuerdos?

-Sácame estas cosas para poder ahorcarte.

-Shh... Así no se trata a una hermana.

-Déjame ir, y consideraré perdonar tu vida en un 5% ¿Mejor? -Gruñí, forcejeando.

-Oh vamos, esa chica no es más importante que yo. No me harías daño por ella. -Sonrió.

Se acercó a mí y me abrazó. Acercó sus labios a mi oído mientras yo forcejeaba contra las cadenas. Las apretó aún más, limitando mis movimientos y ganando un gruñido de mi parte.

-Además, ¿quién dijo que tendrías una oportunidad de matarme? Compórtate como un buen chico y... -Se rió alejándose de mí. -consideraré perdonar tu vida en un 5%.

Desapareció de la jaula, dejándome atado.

-¡Hay algo que se llama ser original, ¿sabes?! -Grité. -Deberías intentarlo alguna vez. -Bajé mi tono de voz hasta convertirlo en un suspiro.

Unos gritos de dolor llegaron a mis oídos, a través del portal. Una de mis copias no había hecho bien su trabajo. Eso podría significar que Sia está bien, sana y salva.

Miré el cielo, frustrado. Este lugar del mundo en el que el cielo nunca anochece, obviamente gracias a mi hermana.

¿Quién diría que ser bruja en tu vida humana sería de tanta ayuda?

-Sia, por favor, mantente a salvo.

Holaa. Sí, sí, sí. Tardo mucho en escribir capítulos. Culpen al instituto y a sus profesoras que aman los examenes.

Pero me hice un tiempo y escribí esto.

Los examenes no son la única razón de que yo esté ausente, de todos modos. Estuve practicando estos días la TRAMA *¡YAAYY!*
Nada de yay, es díficil y me cuesta mucho :c

Por eso van a ver un poco más de lógica en la historia.

Espero que les haya gustado este capítulo. Cuando llegó la hora de editarlo, noté que parece que Sally va a besar a Marcus. Lo editaría, pero los dejo con los traumas :') Así de buena soy.

¿Qué opinan de Sally la rar-? ¡SALLY NO, SUÉLTAME! NO VOY A ELIMINAR LA PREGUNTBEUEBDUEVDU

Estamos teniendo problemas técnicos, lo lamentamos.

Adióh, criaturitas del frío.

La hija de Pitch Black (Jack Frost) ×EN CORRECIÓN×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora