El peor y mejor error

Capítulo 16

¿Novio? Por supuesto que no lo era. Sin embargo su actitud me descolocaba ¿Por qué me miraba de ese modo después de ignorarme todos esos días? ¿Y porque miraba así a Jun? ¿Era por Jun?

—Segura —Conteste, respondiendo a la pregunta de Jun.

—Pues es extraño. ¿Quieres que me quede hasta que entres? —Lo mire confundida— Puede ser que se ponga pesado.

—No hace falta —Asegure. Ji podría un golfo y todo lo demás, pero nunca se había portado agresivo conmigo. Y en caso de que lo hiciera, prefería no tener testigos, ya me las arreglaría para ponerlo en su lugar.

—Como gustes —Sin embargo, seguía intrigada.

—Jun.

—Dime.

—Tú dijiste algo sobre las miradas ¿No? —Me miro interrogante— ¿Qué te dice la suya? —Me miro en silencio unos segundos.

— ¿Estas segura que quieres saber? —Su tono de voz me preocupo. Una parte de mi lo sabía, pero otra se negaba a reconocerlo. Me quite la gabardina y tome mi bolsa.

—No. Gracias por traerme —Dije bajando del auto.

—A veces escapar no te lleva a ninguna parte Febe y te aseguro que tú sabes lo que dice la mirada de ese chico —Le puse mala cara a Jun. ¿Por qué me decía eso?

—Buenas noches —Dije cerrando la puerta. Sonrió y encendió el auto, me quede ahí al borde la acera hasta lo vi desaparecer, en parte porque necesitaba un momento para enfrentar a Ji. Me gire y comencé a caminar rumbo a la puerta, él no se había movido, continuaba apoyado a un lado de la puerta con esa mirada y expresión de malestar.

— ¿A sí que la gabardina era de él? —Pregunto con ironía, levante la vista y lo mire a los ojos.

—Si ¿Algún problema? —Conteste a la defensiva.

—Te niegas a que te traiga yo a la casa, pero aparece ese tipo, al que acabas de conocer y  encantada aceptas su ofrecimiento.

— ¿Disculpa? —No me gustaba la forma en la que decía las cosas— ¿Me estas reclamando algo? Por si no escuchaste bien, es el sobrino de José.

—Eso es aún peor. ¿Sabes lo que todos piensan de ti en el bar?

— ¿Qué? —Claro que podía darme una idea de lo que estarían pensando, pero eso me daba igual. No era como si hubiera querido conocer a Jun apropósito.

—Creen que eres una… —Dejo la frase sin terminar, pero sabía lo que seguía. Lo mire sin amedrentarme.

—Dilo —Lo rete.

—No hace falta que lo diga —Dijo moviendo la cabeza, como si intentara quitarse de la mente las palabras que no se atrevía a mencionar— El punto es que al aceptar que te trajera solo confirmas las cosas que piensan.