Especial: Mi primera navidad contigo

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No podía creer lo que me decía ¿Acaso había perdido la razón? Lo fulmine con la mirada y me cruce de brazos, indicándole que no me daría por vencida.

―Febe ―Susurro, mirándome con esos enormes ojos, que le daban un aspecto de niño pequeño. ¿Por qué hacía eso? Cada vez que ponía esa expresión, me sentía derretir por dentro.

―Ni se te ocurre ―Lo corte― No me mires así.

―Por favor ―Suplico. Intentando acercarse a mí, pero retrocedí y negué con un movimiento de cabeza.

―No.

―Vamos, linda.

―He dicho que no. Yo quiero que pintemos la habitación de blanco.

―Pero el blanco es demasiado soso.

― ¿Y el negro es muy alegre? ―Pregunte con ironía. ¿A quién en el planeta se le podía ocurrir pintar su habitación de negro? Claro, solo a Ji.

―Bueno, podemos combinarlo…

― ¿Cómo los dálmatas? No.

―Pero…

―He dicho, no. Y ¿Sabes qué? ―Dije acercándome al pequeño mueble junto a la puerta― Si quieres comer ahí está la comida hecho, tengo que trabajar.

―Febe.

―Provecho ―Dije abriendo la puerta y saliendo.

Horas más tarde, estaba que no me calentaba ni el sol. En algunos momentos sentía las miradas de Mel y Sonia, pero ninguna me preguntaba nada. Casi era la hora del espectáculo, cuando los chicos de la banda llegaron y Ji con ellos, fingí no percatarme de su presencia y seguí en la mío.

― ¿Y ahora que paso? ―Pregunto Mel, no resistiendo la curiosidad. Me apoye en la barra, aprovechando que todos los clientes estaban servidos, y deje escapar un suspiro.

―Pues nada, que no podemos ponernos de acuerdo.

―Mujer, mañana es navidad ¿Y ustedes peleando? ―Pregunto Sonia acercándose a nosotras. Me encogí de hombros, ni siquiera recordaba que fecha era. ¿Ya era navidad?

―Pues él tiene la culpa ―Me defendí― Quiere pintar el cuarto de negro. ¿Acaso es una casa de Dark? O ¿Algo así? ―Ninguna de las dos pudo evitar soltar una risilla.

― ¿Negro? ―Pregunto divertida Mel― Al menos no te pidió dejar dormir el perro contigo, como me pidió Paul.

―Jajaja… sus hombres son todo un caso ―Se rio Sonia.

El peor y mejor errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora