[ACTUALIZADO]
| MEME |
9 de agosto, 2021
Hace rato, antes de despertar, tuve uno de esos sueños turbios. De por sí he estado teniendo pesadillas, pero como que esta fue muy rara, en particular, y siendo que necesito escribirla.
Estaba todo oscuro. No podía ver nada, mas que a mí misma. Sin embargo, sentía, o más bien sabía, que alguien o algo me estaba acorralando. Al intentar alejarme de lo que sea que estaba siguiéndome, mis pies se sentían pesados (típico de los sueños). Incluso si corría, lo que fuese que me haya perseguido me logró alcanzar a pesar de la lentitud de sus pasos.
"No pueden huir de su realidad." Susurró una voz andrógina; como si mi voz y una voz masculina hubiesen hablado a la par. No sentía a nadie cerca y al mismo tiempo sí. Pero esa voz se escuchaba como si me estuviera hablando al oído: "Acepten lo que son... No pueden rechazarse a sí mismos".
— ¡Déjame en paz! —recuerdo que le grité mientras intentaba alejarme en vano.
Luego de unos pasos, sentí como si varios hilos me atraparan. Cada que intentaba zafarme, estos se tensaban y me cortaban la circulación. La voz de antes se convirtió en dos voces, luego tres, cuatro... diez... Me rodearon y no dejaron de susurrar cosas no muy agradables.
"Ya no eres un humano..." "Ya no eres como ellos..." "Acepta tu naturaleza".
"Acéptalo".Sentí cómo una mano pasó por mi mejilla derecha y me tapó la boca, no podía moverme ni gritar, los susurros incrementaron su intensidad. Entonces, a pesar de que seguían hablando al unísono, finalmente pude diferenciar mi voz de la otra.
"Acéptalo... Acéptalo..." repetían una y otra vez, mientras se hacían más ruidosas.
Llegó un momento en que ya no podía respirar y las cuerdas comenzaron a cubrir mi rostro hasta asfixiarme.
Finalmente, todas las voces se coordinaron y gritaron al mismo tiempo:
"ACEPTALO"Muy buena forma de despertar, diría yo. Pero ya en serio, hasta me dejó la sensación de que no podía respirar. Mejor ya no me duermo o voy a soñar otra vez esas cosas. Aparte, ya no falta mucho para que mi alarma suene.
No mucho después de haber escrito eso, se activa la alarma de mi teléfono. Una vez apagada, le doy un vistazo más a la fecha que puse en la entrada de mi diario antes de cerrarlo.
La verdad, tenía planeado escribir en la noche sobre cómo me fue en el primer día en la prepa de forma presencial. Luego de un año donde casi todo el mundo se paralizó, finalmente volveremos a pisar el plantel.
Finalmente, me dispongo a cambiarme: me pongo una camisa blanca, unos pantalones negros y unos calcetines grises. Bajo las escaleras y cocino algo para desayunar, aunque no mucho, aquella pesadilla me dejó sin apetito.
Hago pasar el tiempo viendo mi celular y doy un vistazo al grupo de mi escuela, donde están preguntando sobre dónde ver los horarios, o a qué hora abren el plantel. Los días, incluso los años se van como agua entre las manos. En un abrir y cerrar de ojos estoy en tercero de preparatoria, sexto grado es como le decimos en mi escuela.
Me mantengo al tanto de la hora hasta que son las 6:40, llegar tarde no es de mi agrado, incluso lo detesto. Pongo los trastes en el lavabo y me dirijo a la sala de estar, donde se encuentran mi mochila, las cosas que suelo llevar como mi cartera, mis credenciales, unos audífonos, un cubrebocas negro y una sudadera azul con cierre que elegí ayer.
ESTÁS LEYENDO
Error de Código: Autónomos
Teen FictionTres años después de un terremoto que azotó México y otros países en 2019, Meme, de 17 años, manifiesta un conjunto de poderes paranormales que la convierten en una persona poderosa y que llamó divergencia. Durante mucho tiempo vive creyendo que es...