Error de Código: Autónomos

Capítulo 3: Similitudes

[ACTUALIZADO]

| MEME |

Así como lo hice en la mañana, me teletransporto en un lugar diferente y continúo corriendo por un rato, aún con la sensación de que debo huir lejos. Estoy un bosque, uno con indicios de nieve; ya no tengo la necesidad de seguir huyendo, pero la sensación de adrenalina me obliga a seguir.

Luego de unos metros, me canso y me detengo. El cuello me duele, mi cabeza y pies también y, además, mis piernas se sienten demasiado débiles. Eventualmente pierdo la fuerza y caigo de rodillas, luego comienzo a sentir el frio del ambiente, el cual se intensifica con la ansiedad.

— ¿Por qué lo hizo?, ¿Por qué hizo eso?, ¡¿Por qué HIZO ESO?! —grito, mientras me sostengo la cabeza con ambas manos y miro al suelo. Se me nubla la vista; de por sí no puedo ver bien ahora mismo, en parte porque mis ojos están llorosos y porque me acabo de dar cuenta de que no tengo mis lentes puestos. Al percatarme de esto último, alzo mi mano con la palma hacia arriba y me imagino mis lentes. Entonces, con una ligera chispa blanca, mis lentes aparecen y caen sobre mi mano. No me los pongo, sino que los guardo en uno de los bolsillos de mi suéter.

Aún no me recupero de lo que Cameron me hizo. En primer lugar: Es la primera vez desde que me ha acosado que ha intentado matarme... No me cabe en la cabeza cómo es que, además de considerarlo, decidió llevarlo a cabo. Debí hacer algo, independientemente de si eso le daba material para llamar, pero el miedo me paralizó. No estoy segura de si fue miedo porque me mi vida estaba en peligro o si fue porque tenía miedo de que llamara. Pensar en eso hace que mis manos tiemblen y que aún recuerde el tacto de sus manos en mi cuello.

Si eso no fuera suficiente, la gente no parecía reaccionar. Había incluso personas con las que he logrado convivir sin problemas. ¡Estaban a unos cuantos metros de nosotros! Y las caras... claro que mostraban miedo... pero... no había empatía, estoy segura de eso. No parecía que quisieran detenerlo, al contrario... se sintió como si quisieran que continuara. Parece que solo reaccionaron cuando Silk intervino, porque fue que comenzaron a grabar. No quiero pensar en lo que me hubiese pasado si Silk no hubiese llegado... Silk...

¿Qué voy a hacer ahora con él? ¡Todo estaba yendo en orden! No había necesidad de que supiera aún de mi divergencia. Eventualmente le diría, pero no ahora. Parece que no le creyó a Cameron al inicio, hasta ahí todo iba bien... pero me vio. ¿Qué pensará de mí ahora? ¿Dejará de ser mi amigo solo por esto? Pensar en el hecho de que seguramente ha de repudiarme, así como lo han hecho los demás, me causa gran pánico. Pero tenía que defenderlo como fuese posible, no sabía qué hacer, no tenía opción. No podía dejar que Cameron lo lastimara, además de acusarlo de ser como yo.

Hablando de eso... Eso fue muy extraño. Diría que la acusación de Cameron sobre que Silk es divergente fue una estupidez, pero la forma que respondió, a lo que respondió, me causa muchas dudas. Estoy segura de que leyó su mente porque yo también lo percibí. No obstante, la respuesta de Silk y su confusión de cuando le dijeron que fue un pensamiento me hace dudar sobre lo que pasó en realidad. Además, sería imposible, una posibilidad casi nula... Y si lo fuera... ¿Qué tan conveniente es decirle que soy—?

— ¿Hola? —Escucho la voz de Silk a lo lejos. De inmediato, me pongo de pie, me pongo mis lentes y volteo a los lados frenéticamente. Luego de unos segundos, escucho los pasos de alguien acercándose. Entre los árboles puedo ver una silueta humana merodeando. La camisa verde, los pantalones de mezclilla... esa chamarra de cuero, ese cabello negro...

— ¿Silk? —digo accidentalmente. Él voltea en mi dirección de inmediato.

—Oh, aquí estás —comenta, mientras intenta acercarse— Pensé que no te iba a...