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Capítulo 7: Conflicto

[EN EDICIÓN]

(Meme)

Viernes, 13 de agosto, 2021

El incidente de antier ya se hizo noticia; de hecho, no tardaron más de dos horas en difundir en internet los videos donde yo y Silk aparecemos peleando contra los terroristas.

Algunos son fragmentos de la pelea, creo que solo dos contienen la pelea completa desde que aparezco en la calle hasta que Javier llega, pero todos, absolutamente todos los videos captaron cómo utilizamos nuestros poderes.

Eso es un problema, no solo porque revelamos nuestras identidades, sino porque se junta con el conflicto que tuvimos con Cameron el mismo día. Por lo tanto, ya no soy la única divergente que conocían en la prepa, ahora Silk tampoco puede ocultarlo.

Se fijan en él como lo hacían en mí, y aunque también varios le temen, el trato es completamente diferente. No sé qué provoque eso, pero todos lo admiran, lo elogian, son amistosos con él; afortunadamente, mis compañeros suavizaron su tacto conmigo después de eso, pero sigue sintiéndose la diferencia de cómo me ven y como lo ven a él.

La noche anterior, dicho tema me mantuvo despierta hasta que el sueño me venció. Mi mente no puede dejar ir el recuerdo de los dos ataques... y Silk. Sueño un poco sobre eso:

Camino junto a él, hablando de un tema que no reconozco, me distraigo viendo mí alrededor, el cual se oscurece. De pronto veo que Silk ya no está conmigo y que me encuentro en una zona árida donde hay un muro de metal con ciertas zonas derribadas. Hay soldados, dos bandos, luchando entre sacos de arena y varias estructuras, algunos me persiguen, así que corro. Luego, uno de ellos logra alcanzarme y me toma del hombro.

"Nos encontramos de nuevo." Exclama; su voz me es familiar.

El desconocido sujeta mi muñeca derecha, me jala hacia abajo y caigo desde un edificio alto. Mi caída se ralentiza y aterrizo en la explanada del zócalo de la capital. Está soleado, pero hay muchas personas sin rostros, pero observando en mi dirección; después todos voltean hacia arriba, mientras que yo percibo una sombra encima de mí.

Veo algo caer desde el cielo, un cilindro negro y más grande que yo, mientras más se acerca, veo los detalles y noto que es... ¿un cohete? No... no, eso es un misil. Solo me doy cuenta de lo que es cuando cae encima de mí y estalla.

Un instante después de la explosión, despierto gritando; intento salir de las cobijas y me enredo en ellas por unos momentos hasta que mi vista se despeja.

—Cálmate, calmate... estás en casa, no va a pasar nada —me digo a mí misma—. No puede pasar...

Las pesadillas se han vuelto más frecuentes estos días, pero ésta en particular logró despertar un miedo que no había sentido desde que me capturaron. ¿Qué no puedo dormir en paz un solo día?

Miro mi celular; son las 10 de la mañana, bastante tarde si tomamos en cuenta que estamos en temporada de escuela, aunque no importa hoy porque suspendieron las clases por lo del ataque. Y justo cuando ya habíamos vuelto a la normalidad...

Ya completamente despierta, me dirijo a la cocina para tomar algo, aunque sea agua; no tengo hambre aún. De ahí voy a la sala para sentarme en el sillón. Me pregunto cómo se encontrarán Susan y Reig; me habían dicho que su papá fue de viaje de negocios y que estaban solos. También me pregunto cómo estará Silk, después de todo lo que sucedió ese día. Debería llamarle y preguntarle como está... ¿Debería?

Tomo mi celular y busco el contacto que me dio. Justo antes de que apretara la opción de marcar, dudo por unos segundos. ¿Y si está ocupado? ¿De qué hablaríamos? Al final me salgo de la función de llamada por los nervios que me causa pensar en marcarle; es más, ni siquiera me gustan las llamadas, mejor le mando un mensaje.