Capítulo 2: Monstruo

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[ACTUALIZADO]

Miércoles, 11 de agosto, 2021

| MEME |

Definitivamente, no haber tenido clases presenciales por mucho tiempo nos afectó. Claro, después de solo haber tenido la oportunidad de venir por cuatro meses el primer año y luego un año entero de cuarentena, era de esperarse. No obstante, aunque me está costando acostumbrarme de nuevo a la dinámica de clases, me alegra que finalmente tenga la oportunidad de hacerlo. Prefiero venir a los salones, tener a mis compañeros en un mismo lugar y cargar una mochila pesada todo el tiempo que jamás explorar mi prepa.

Estos últimos días mis amigos y yo le mostramos Silk las instalaciones, o al menos lo que conocemos, porque estamos igual de perdidos. Puedo decir con confianza que ya es nuestro amigo; de hecho, le cuesta hablar con las personas, suele tartamudear ligeramente, pero con nosotros es más abierto y habla con fluidez. Me alegra ver que se siente cómodo con nosotros y, la verdad, el sentimiento es mutuo.

Hoy nuestras clases concluyen hasta las dos de la tarde. Aún no sabemos cuándo comienzan los entrenamientos, así que por ahora los demás tienen el resto del día libre, menos yo.

Me reúno con Susan y Reig en la entrada antes de irnos. Silk no está con nosotros.

—Entonces como habíamos quedado. ¿Vamos a tu casa? —pregunta Susan.

—Claro, vayan adelantándose, voy a quedarme un rato más. ¿Los veo en la entrada a las cuatro y media? —aviso y sugiero.

— ¿Y eso? —pregunta Reig.

—La carrera técnica, tengo dos horas hoy.

—Ah cierto, que estás en eso. Lo bueno es que tu casa no queda tan lejos. Also, bis bald!

Después de despedirnos, entro de nuevo a la prepa y comienzo a dirigirme a mi salón. Luego de dos horas salgo, aunque decido deambular por el plantel un rato y contemplar por un momento cómo están reparando donde se supone está el gimnasio.

Eso me trae recuerdos no muy bonitos. Hace dos años, un mes antes de que entrara a la prepa, hubo un terremoto muy fuerte que devastó parte de la ciudad; prueba de ello es la enorme grieta que partió en dos la zona de Plateros y Mixcoac, de forma que la avenida que estaba allí ha estado inutilizada desde entonces. Obviamente, debido a la cercanía, la prepa salió muy dañada, pero afortunadamente no colapsó. Para mí, aunque ese evento fue horrible, lo que me sucedió después fue... peor. Mejor dejaré de pensar en ello, por lo decido alejarme de la zona que están reparando.

Me dirijo a la zona de atrás, donde hay varias canchas de basquetbol, una de futbol, y unos tres salones donde dan educación física y artes marciales. Para llegar es necesario cruzar un pasillo largo y un poco angosto a un costado de un campo utilizado para futbol soccer y americano. Extrañamente no hay nadie cruzando, cuando se supone que mucha gente suele pasar por aquí. Solo escucho mis pasos y los de alguien más.

—Así que ya lograste manipular a alguien más, ¿eh? —pregunta la voz de Cameron a mis espaldas —. Se ve que le caes bien. ¿Cuál era su nombre?

Me sostiene del hombro como acostumbra a hacerlo. Yo me detengo. Usualmente cuando estamos rodeados de personas, guardo una postura apática y que no llame la atención; pero cuando estamos solos, no puedo evitar sentir miedo.

— ¿Qué quieres? —pregunto con un poco de temor, mientras me pregunto por cuánto tiempo estuvo siguiéndome sin que me diera cuenta.

—Nada en especial, solo me preguntaba... ¿Cómo es que no te teme a pesar de haberte conocido? ¿Y por qué en estos tres días no he visto que uses tus poderes? —Cameron se coloca enfrente de mí y acerca su cara hacia la mía de manera intimidante— Dime: ¿Por qué lo escondes?

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