SESENTA

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Sólo es el comienzo

Jungkook

Siempre hay algo que los demás prefieren guardar en secreto. Quizá incluso una parte de ellos mismos que esperan que los demás no vean, un recuerdo doloroso o un pensamiento incorrecto.

Las personas tienen sus secretos, y temen ser juzgados.

Quizá por esa misma razón el equipo de Jong-in sabía a donde debía apuntar.

Y Taehyung lo sabía, por ahora mantenían una buena relación con su hermano, pero no por eso Jong-in dejaría de pelear por su corona.

Por eso cuando llegó por la mañana al Instituto, lo vio, y como es que nadie tenía la prudencia para ver a otro lado.

Quizá por esa misma razón Jungkook a penas se enteraba en lo que se estaba metiendo, como es que ni siquiera tuvo que dudar para saber que hablaban de él.

Por esa razón había revisado su teléfono tan rápido como pudo, incluso cuando Choi Soobin lo encontró en el pasillo ya era tarde como para tener una forma más simple de decirle.

Había sido llevado a la sala de reuniones donde le pidió a todo el equipo que salieran, quizá porque era claro que Soobin lo había escuchado de su padre y trataba de reducir los efectos colaterales en mayor cantidad.

-Se que aún no hablas con tu padre, pero esto es algo que podría tomar repercusión en tu campaña- le expreso mientras suspiraba y se sentaba frente a él.

Pero Jungkook no tenía energía para hablar de algo tan superficial como una campaña.

-Es claro que eso también afectará a la campaña de tu padre pero lo negarán, no es tan complicado mi padre dijo que...

-Ahora no- había replicado Jungkook obligando a que el otro muchacho se callara -Me importa una mierda todo eso.

-Es algo que haría Jong-in- había replicado -así de fácil dejarás que te hunda... no es una noticia sobre ti, es tu padre pero aún así dañaría los principio del partido conservador.

-¿Espera que?- cuestionó negando con la cabeza -¿Como que Jong-in lo hizo?

-Acaso no te lo advertí... no es cualquier persona... su familia... su padre es... tiene relación con la mafia y lo camuflan con empresas en donde lavan su dinero, posen la mayor parte de casinos, bares y clubs nocturnos de la ciudad y hasta ahora nadie los ha podido atrapar porque tienen personas infiltradas en la policía y el gobierno, no estas tratando con un niño rico, estas tratando con un niño que creció sabiendo que no hay más opción que ganar, porque cuando era un niño no recibía de regalo de cumpleaños juguetes sino armas... es clara la facilidad con la que pudo conseguir esta información... y no te traje aquí para consolarte, lo hice porque hay que preparar un plan de ataque, saber cómo nos defenderemos... no es hora de tener miedo, porque lo volverán hacer.

Pero claro que eso era lo último que Jungkook deseaba escuchar, menos cuando ni siquiera había podido prever ese golpe, y quizá por primera vez lo veía tan claro, no era un juego, aquella presidencia, no sólo era un puesto, había que sacrificar más de lo esperado para tenerlo.


Jungkook y Lia

Y si, quizá por primera vez una conversión con Soobin no fue aburrida, pero eso había resultado aterrador.

Como es que al concluir salió de la sala y camino por los pasillos del instituto aún sintiendo que su corazón se paralizaba, ni siquiera podía analizar lo que había leído en su teléfono y aún peor lo que Soobin le había dicho por eso cuando empezó a subir por aquel lugar, entendió que quizá su respiración también le fallaba.

Como es que sentía que se ahogaba y a penas podía ver la luz.

Había intentado llegar a aquella terraza, y por unos breves minutos sintió que no podría hacerlo.

Como es que en cuanto empujo la puerta de metal vio aquella silueta girándose y observándolo, pero no era la misma mirada de los pasillos, no, ella siempre sabía lo que él necesitaba.

Como es que había corrido a su encuentró abrazando su cuerpo.

-¿Estas bien?- cuestionó mientras Jungkook se escondía en su pecho, como es que con aquel abrazo se había sentido como un pequeño niño buscando ser consolado.

-El tiene una amante- había replicado casi entre sollozos sin estar muy seguro de porque le afectaba tanto.

Pero sin reprocharlo ella se había dedicado a acariciar su cabeza y acariciar su espalda.

Y Jungkook sabía que dentro de su casa siempre se había sentido como una guerra con un campo minado, las cosas podrían explotar si no tenías cuidado y sabía que eso pasaría aquel día al regresar a casa.

Su madre lloraría y le gritaría a su padre, mientras esté le diría que todo era culpa de ella, y tenía tan grabada dicha conversación porque no era la primera vez que pasaba.

Pero lo peor de ese recordatorio era como es que incluso a pesar de ser un niño su madre había acusado de irse y dejar al niño en aquella casa, mientras que su padre le decía que si lo dejaba lo mandarían a otro país porque no tenía tiempo de cuidarlo, por eso quizá aquello lo había aterrado tanto, porque después de todo aquello había pasado incluso antes de que él mismo se diera cuenta.

DREAMERS +18 |JJK |KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora