TRECE

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¿Estás en casa?

Lia

La música sonaba tan fuerte que las conversaciones que los hombres mantenían apenas se podían escuchar. Sin embargo aquello no era tan relevante porque Lia estaba segura que para ese momento todo lo que dijeran no tendría mucho sentido, casi siempre solían ser balbuceos, además de presumir sus aburridas pero lujosas vidas.

-¿Te gustaría que vayamos por unas cuantas líneas?- había propuesto el hombre a su lado en el oído de la chica, mientras deslizaba su mano por la pierna de ella.

-Claro- había dicho Lia sin darle vueltas al asunto.

Era claro que la noche sería larga y pesada, incluso sabiendo que la mayoría de personas ya estaban ebrias o drogadas.

La sala no era tan grande como otras del club sin embargo Lia sabía lo costoso que era rentarla ya que aparte de ser una de las más equipadas también tenía una de las cosas más buscadas y más bien necesarias en hombres como los que estaban ahí, por que la privacidad y discreción eran algo que valía más de lo que alguien podría creer.

No tardaron mucho antes de levantarse de aquel sofá de cuero y apartarse del grupo y a pesar de no decir lo que harían muchos lo asumieron.

Había una pequeña mesa de vidrio en uno de los rincones del lugar y dos blancas a cada lado, la cubierta de la mesa ya tenía residuos de polvo blanco que anterior mente habían sido ingeridos por otro de los presentes.

Kim Hyun había sacado un pequeño frasco de cristal en el cual estaba el contenido que consumirían, lo abrió sin mucho esfuerzo y lo colocó sobre la mesa. Acto seguido sacó su billetera de su otro bolsillo y de esta tomó una de sus tarjetas de crédito, esta era de color negro y el logo resplandecía por el color plateado de los bordes.

Uso la tarjeta para repartir el polvo en pequeñas líneas y luego bajo su rostro hacia la mesa y aspiro una de esta. Y luego se apartó para que Lia pudiera hacer lo mismo.

Ella no tardó mucho en repetir la acción y aunque hubiera podido absorber otra decidió mejor no hacerlo, ya que por ahora eso sería suficiente para reanimarla. Kim Hyun en cambio si repitió la acción y luego ambos volvieron con el grupo.

Las primeras veces que Lia había consumido cocaina sintió que moriría, su corazón había latido tan rápido que creyó que se saldría de su pecho, agregándole aquello la terrible sensación de picor en su nariz. Además lo molestos que había sido darse cuenta que su nariz sangraba.

Habían pasado unos cuantos minutos cuando aquello le había empezado a gustar, como si por primera vez en su vida algo la hubiera reanimado, sus sentidos se habían despertado tanto que incluso sintió como la saliva corría por su garganta y llegaba a su estómago.

Había querido saltar y bailar y además la compañía a su alrededor ya no le había parecido tan desagradable.

¿Acaso así se siente estar vivo? Se había cuestionado.

Siempre se había preguntado por qué a la gente le gustaba tanto estar en aquel estado pero luego al hacerlo se sintió una estupida por haberlos juzgado falsamente.

Sin embargo últimamente estaba lejos de sentirse como las primeras veces además las dosis debían ir en aumento si quería intentar conseguir algo como eso.

Antes solía sentirse eufórica y llena de energía pero ahora solo permanecía en el mismo lugar sin hacer nada, de cierta manera podía darle el crédito de que al menos hacía que aguantara tan tediosas reuniones con gente que jamás soportaría.

Aquellas risas y malos comportamientos solo los vería ahí y eso le resultaba gracioso ya que esos mismos rostros que ahora reían sin parar, con los cabellos alborotados, con los trajes arruinados y las corbatas en el suelo eran los mismos que salían en las noticias abrazando a su familia, con sonrisas confiables y perfecto comportamiento, ellos ante los ojos de otros eran la decencia y elegancia que se quería dar.

Y por eso es que Lia odiaba su presencia y odiaba escuchar como otros hablaban tan bien de hombres como ellos, incluso parte de la población admiraban a gente como Kim Hyun, por que al final del día no tenían ni idea de los verdaderos seres que eran.

-¿Baila un poco para mí?- había dicho Kim Hyun acariciado la pierna de Lia mientras inclinaba su cuerpo hacia ella -No importa cuánto cueste lo pagaré.

-Sabe que eso no está permitido- había respondido ella fingiendo una falsa sonrisa y amabilidad, por que ese era el papel que le correspondía.

-Podríamos guardar ese secreto, vamos Lia... a todos aquí no gustaría verte bailar- al decir aquello había subido la voz y señalado a los otros hombres -Anda- insistió intentado llevar su mano bajo el vestido de ella.

-Eso no están permitido y usted lo sabe señor Kim- expreso empujado la mano del hombre.

-¿Acaso no pagó lo suficiente como para que seas tan descortés?- el hombre había empezado a molestarse.

-Eso no es mi asunto Señor, todo esto usted debe hablarlo con Deric- había respondido ella.

No era la primera vez que Kim Hyun tenía ese tipo de comportamiento, mejor dicho sería raro que no hiciera algo así y por esa misma razón Lia odiaba tenerlo como cliente.

-En realidad, me retiraré ahora- dijo la chica levantándose de aquel sofá.

Había empezado a caminar cuando la mano de Kim Hyun sujetó su muñeca apretando tanto que hizo que ella tuviera que ayudarse con su otra mano para zafarse del agarre.

-Ya verás que algún día te tendré para mi- había acusado soltándola de mala gana y volviendo a beber de su trago.

Su mirada había sido oscura, incluso más que otras veces y sus palabras habían sonado casi como una amenaza.

Lia conocía aquel lugar como la palma de su mano así que no le tomó mucho tiempo llegar hasta la salida, y tan rápido como pudo se fue.

Había corrido hacia la calle y levantó su mano buscando que un taxi parara y tuvo suerte de encontrar uno tan rápido.

Lágrimas habían empezado a bajar por sus mejillas y sabía que regresar a casa solo podría implicar una golpiza por parte de Deric por haber escapado de un cliente, así que ni siquiera estaba segura a donde iba a ir, obviamente acabaría regresando sin embargo prefería posponer aquello al menos por unas horas.

Jungkook y Lia

-¿Estas en casa?- le había preguntado recibiendo una respuesta afirmativa.

Fue ahí cuando finalmente le dijo que estaba afuera, había tardado media hora antes de animarse a llamarlo y Jungkook no tardó mucho en salir a verla.

Ella traía un vestido color color negro pegado al cuerpo, su maquillaje estaba un poco corrido en especial su delineador y el labia rojo intenso de sus labios había desaparecido en los bordes, ella lucía cansada y nerviosa.

-¿Tus padres están en casa?- le había cuestionado sin siquiera saludarlo, mientras miraba hacia todas partes.

-No ellos...- Y solo escuchó aquella palabra antes de hacer lo único que deseaba.

Se lanzó sobre los labios de Jungkook, aquella sensación era cálida y sentía la gran necesidad por permanecer así por más tiempo, podía sentir como la boca de Jungkook tenía sabor a cigarrillo el cual quizá se había fumado antes de que Lia llegara.

-¿Podría quedarme esta noche aquí?- había cuestionado luego de que se había separado y a pesar de no haber esperado aquella pregunta, Jungkook respondió automáticamente que si.

Antes de que Lia lo llamara Jungkook había estado pensado en ella y se sintió afortunado al recibir su llamada por que con solo escuchar su voz sentía que era suficiente.

Había dejado suaves caricias en el rostro de la chica y la había vuelto a besar.

Sabía que algo no andaba bien con ella y por esa misma razón se había limitado a abrazarla y besar su frente.

Por qué era consiente de que aún habían secretos de los cuales ella aún no quería hablar.

DREAMERS +18 |JJK |KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora