Cumpleaños II:

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Raquel:

Sigue ahí; tranquilo con la mirada perdida. Llego hasta estar frente a él. Nota mi presencia pero tarda en girarse y cuando lo hace algo en sus ojos me avisa de que me aparte pero no lo hago.

- ¿Qué haces aquí?- pregunto intentando sonar lo menos interesada posible.

- Vigilar a mi hermana.- responde apoyando sus brazos en sus rodillas flexionadas.

Pongo cara de confusión, ¿No tenía su hermana tan solo un año? Mi expresión se suaviza cuando recuerdo que había una chica al lado suya en la iglesia que aparentaba mi edad y que al parecer es su hermana.

- ¿Quieres bailar?- las palabras salen solas de mi boca antes de que me arrepienta.

Me sonrojo hasta las mejillas pensando en lo imbécil que he sido. Él me mira primero sorprendido y luego serio.

- Yo no bailo.

- Lo suponía pero aún así te lo he preguntado por algo.- cojo su mano con el intento de levantarlo de ahí.

Él la aparta suavemente aunque sus ojos muestran intensidad.

- Yo no bailo.- repite de forma pausada.

La vergüenza recorre mi cuerpo pero la reprimo en mi interior. Él no me vuelve a mirar y yo me alejo de ahí antes de que pueda decir algo que la cague aún más.

Vuelvo a la cola de la bebida junto a Vicky y esta me mira extrañada, nos había estado observando. Encojo los hombros quitándole importancia al asunto y al fin consigo mis dos vasos de rebujito. Distingo a Ana con Germán a un lado riéndose y sigo mi camino hasta encontrar a Samuel que le da las gracias a dos chicos gemelos por la felicitación.

- ¡Hola! Cuanto has tardado.- toma un sorbo del vaso.- Pero ha merecido la pena.

*Pon la canción que hay arriba del todo mientras lees*

Sonrío justo cuando la canción Ginza- JBalvin comienza a sonar. Es un temazo y no me hace falta pedirle bailar porque él lo hace primero.

-¿Bailamos?- extiende su mano y se la acepto.

Él toma mi mano y me lleva hasta la pista de baile. Carlos sigue ahí, nos ve entrar y nos mira con curiosidad; y entonces mi cuerpo me pide que le provoque, que baile con Samuel y le haga desear haber sido él el afortunado. Nos quedamos a unos metros de él pero en su campo de visión y miro a Samuel, que me sonríe y me da una vuelta diciendo lo guapa que estoy. Le respondo al cumplido con otro por mi parte y le beso los labios en un corto beso. La gente se empieza a revolucionar al reconocer la canción y alrededor nuestra empiezan a amontonarse parejas, grupos y personas independientes de todo tipo dispuestas a darlo todo en la pista de baile. Queda un hueco por el que puedo seguir observando a Carlos, no nos mira y eso me baja los ánimos; aparto la mirada y me acerco más a Samuel sintiendo su cuerpo.

Las primeras notas de la canción empiezan a sonar y bajo mis manos por sus costados hasta el pantalón. Nuestras rodillas intercaladas se flexionan y nuestros cuerpos bajan hasta abajo y luego vuelven a subir. Balancea su pelvis contra la mía y pongo mis brazos sobre sus hombros compenetrando nuestros movimientos. Nos quedamos así durante medio minuto a nuestro rollo. Él me acerca cogiéndome de la cintura y apretando nuestros cuerpos, seguimos moviéndonos el uno con el otro solo que ahora más rápido ya que el ritmo de la canción a incrementado. Echo la cabeza hacia atrás sacudiendo mi pelo sin parar de moverme. Veo a Carlos con la mandíbula tensa observándome y yo froto contra Samuel volviéndole loco. Se pasa la lengua por los labios y no me da tiempo a ver que otra cosa hace porque una chica con pelo rubio de bote cruza por delante y se posiciona justo a su lado. Inés. Carlos se gira y la mira fingiendo interés; mira de reojo hacia mí para ver si lo veo y yo aparto la mirada antes de que pueda corroborarlo.

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