Capitulo 14

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~ ⸙ ~



El gruñido de Jaebum, tan salvaje como el de cualquier animal, onduló a través de la oscuridad del bosque. Me deslicé detrás del árbol más cercano y traté de deducir mi siguiente movimiento. Debería lanzarle algo. ¿Tal vez como una clase de distracción? Me agaché y agarré una piña.

—Jaebum, por favor... —La mujer estaba sin aliento.

—Cierra la boca. —La abofeteó, el sonido fue como un disparo. Agarré la piña y esperé mi oportunidad para lanzarla lo suficientemente lejos para quitar su atención de la mujer.

—Sí, señor. —Se calló, excepto por sus grandes inhalaciones y respiraciones sacudidas.

—Te dije que no vinieras esta noche. —La voz era baja, enojada—. Te lo dije.

Incliné la cabeza, dudando si estaba escuchando correctamente.

—Lo sé, señor. Pero quería verte. Te necesito.

—No, Irina. No me necesitas. Solo quieres lo que puedo darte. Te dije que no, y me desobedeciste para intentar forzar mi mano. —Soltó una de sus muñecas y pasó una mano por su salvaje cabello—. No funciono de esa manera. Sabes que no lo hago.

—Quiero jugar. —Su voz se volvió un gemido—. Necesito que me lastimes. He sido muy mala. Me toqué en el trabajo mientras pensaba en ti.

—No.

Ella respiró hondo y probó algo diferente.

—Te desobedecí esta noche, señor. Deberías castigarme.

—Tienes razón. —Se inclinó hasta que su rostro estuvo a solo unos centímetros—. Vete y no vuelvas.

El pánico convirtió su voz en un susurro estridente.

—No. Lo siento. Seré buena. Lo prometo. Por favor...

—Cuando comenzamos esto, establecimos nuestras reglas. ¿Recuerdas eso?

—Sí, señor.

—¿Alguna vez violé alguna de tus reglas, alguna vez rompí un límite?

Ella gimió. No estaba suficientemente cerca para ver si había lágrimas, pero las percibí en su tono.

—No.

—Acabas de romper una de las mías, y lo sabes. Esa es una violación a mi confianza. No puedo permitirlo. —Negó, y su tono se suavizó—. Tienes que irte, Irina. Tú y yo terminamos.

—¡No!

Le dio una bofetada con una vehemencia que me impactó. Él se inclinó hacia atrás y se levantó, luego le ofreció una mano. No la tomó, en lugar de ello se puso de pie. Irina, quien quiera que fuera, era alta y delgada, su cuerpo como el de una bailarina fantasmal. Su cabello rubio fluía alrededor de su rostro en forma de corazón mientras avanzaba hacia Jaebum. Le pegó de nuevo y golpeó su pecho, pero él se mantuvo estoico, negándose a pelear con ella o incluso a hablar. Después de agotar su rabia, lloró y se inclinó hacia él.

FOREST ||2JAE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora