"...El hombre que restauraba libros antiguos y cuidó de mi pierna lesionada no era un asesino. Pero del hombre que acababa de ahogarme hasta casi hacerme desmayar, no estaba tan seguro..."
||2Jae||
||Adaptación||
Inicio: 26/08/2020
Fin: 15/11/2021
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~⸙~
Déjà vù.
El término no fue suficientemente fuerte cuando me desperté en una habitación de hospital con Jaebum sentado al lado con mi mano entre las suyas. Quise hablar con él, pero algo bloqueaba mi voz. Tenía la cabeza inclinada y llevó mi mano a sus labios. Le apreté los dedos. Su cabeza se elevó, sus ojos muy abiertos.
—Estás despierto. —Giró la cabeza y gritó—. ¡Está despierto! —Presionó la palma de su mano en mi rostro—. Rojo...
Me apoyé en su contacto. Las lágrimas brillaban en sus ojos cuando la enfermera, la misma de nuestra última visita, se precipitó en la habitación.
—¿Señor Choi? —Se inclinó al otro lado de mi cama y habló claro y casi demasiado alto—. Perdió mucha sangre. El Dr. Turner reparó el daño de su hígado causado por la bala, pero tendrá que quedarse aquí por varios días para recuperarse. Aún está intubado para asegurar que siga respirando bien. Quitaremos el tubo una vez esté un poco más despierto. No puede hablar, sin embargo. Parpadee una vez para sí, dos para no. Y presione el botón de llamada si necesita algo. ¿Entiende?
Parpadeé una vez.
—Bien. Voy a decirle al médico que está despierto.—Comprobó uno de los monitores y tomó mi presión sanguínea, luego se fue, sus zapatos chirriando con cada paso.
Jaebum se sentó en el borde de mi cama y besó mi mano otra vez.
—Estás a salvo. Te lo juro.
Parpadeé una vez, aunque la sombra del sheriff Crow pasó por mi mente. Jaebum pareció oír mis pensamientos.
—El sheriff Crow se escapó, pero no por mucho tiempo. Hay un policía estatal fuera de su puerta, y el gobernador ordenó un perímetro alrededor del condado. No escapará.
Eché un vistazo a la puerta, a las ventanas. Sentía como si la cama debajo de mí hubiera desaparecido y me estuviera hundiendo a través del suelo abajo y abajo. El sheriff vendría por mí, me perseguiría. Sus pasos se aceleraban junto con el pitido de alguna máquina. Cerré los ojos.
—¡Enfermera! —gritó Jaebum.
No podía respirar. El sheriff Crow iba a matarme como a mi padre y a Hyuna. La fosa fría se abriría y yo caería, aterrizando en medio del resto de las víctimas, apenas cubierto con la escasa nieve a lo largo de los bordes.