Uno.

1.8K 95 68
                                    

     Apoyó la cabeza en la entrada de su hogar, era pequeño pero a fin de cuentas un lindo hogar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Apoyó la cabeza en la entrada de su hogar, era pequeño pero a fin de cuentas un lindo hogar. Tenía sus ojos entrecerrados por el sueño, se sentía cansado y eso que aún no empezaba su jornada laboral. Eran sólo las 6:45 de la mañana. Su madre acababa de salir para tomar un autobús que la dejara cerca de la mansión Dupain-Cheng, sólo cerca, porque después le quedaban diez minutos caminando por un sendero para llegar hasta aquel sector tan exclusivo de la ciudad.

     Suspiró y apoyó la mano en un mueble para no caer, se dirigió a la cocina para preparar su desayuno y el de su hermana menor. Apenas sonrió, esa niña de tan solo diez años junto a su madre lo hacían sentir orgulloso, pero no podía decir lo mismo de Félix, su hermano mayor. ¿Estaría comiendo bien? ¿Habría alcanzado su sueño?

     Mientras el agua hervía fue a darse una ducha que lo despertase como lo hacía cada mañana. Al igual que siempre, se preguntaba. 

¿Por qué mierda estoy trabajando en mis vacaciones de verano?

     Cuarenta minutos más tarde, ya estaba listo para irse. Procuró dejar preparado el desayuno para su hermana sobre la mesa del comedor, era pequeña para usar el fuego o eso creía él, le tenía prohibido usar fósforos y elementos peligrosos mientras un adulto no estuviese a su lado. Fue hasta su habitación y depositó un beso en su frente.

-¿Te vas ya, Adrien? -preguntó Clementine. El ojiverde asintió, no le gustaba dejarla sola todo el día porque temía muchas cosas. Los profundos ojos verdes de su hermano le preguntaron algo que pudo entender con sólo verlos-. Sí, nada de usar cuchillos ni contestar llamadas, tampoco exceso de televisión. Si necesito algo te llamaré y si alguien quiere asaltar la casa me meteré en nuestro sitio secreto. ¿Puede venir Manon a jugar conmigo?

     Adrien frunció el ceño. 

-"Sólo ella y nadie más, si su madre te invita a almorzar que ella te venga a buscar y a dejar".

     Clementine conocía el lenguaje que expresaban sus manos.

-Lo sé, lo sé, te amo Adrien -besó profundamente su mejilla, era el beso de la buena suerte para que su día laboral fuese perfecto.

.

Adrien's POV

     Angustia, sí, eso era lo que podía sentir en mi pecho mientras pedaleaba para ir a trabajar. Era un Starbucks que quedaba a veinte minutos de mi casa. 

     Desde que tengo uso de razón las cosas nunca fueron fáciles para nosotros. Mi padre se partía la espalda trabajando en un supermercado y mi mamá pasaba todo el día trabajando como parte del servicio doméstico en la mansión de los emblemáticos Dupain-Cheng. 

¡Que se pudra su compañía, sus acciones y cada mierda que poseían bajo su gran firma!

     Sentía que no era tratada como realmente se lo merecía. ¿Es que acaso era menos digno el trabajo de una empleada de hogar que el de un empresario multimillonario?

Stay || Adrinette AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora