Veinte.

521 53 205
                                    

     Él no era un hombre curioso, pero la situación pudo más que su voluntad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Él no era un hombre curioso, pero la situación pudo más que su voluntad. Disimuladamente se colocó tras un panel para escuchar mejor, por supuesto que era un gran observador y no le parecía normal el brillo de Chloé cuando hablaba con Luka, pero éste no respondía de la misma forma.

-Así que... como mañana es tu cumpleaños, supongo que nos permites armarte la fiesta, ¿no?

-Todo esto está acordado con Marinette, mañana cenaré en la mansión con mi familia y ella junto a sus padres como invitados, el fin de semana haré algo para que todos asistan -Chloé puso los ojos en blanco, pareciera que todas las direcciones siempre apuntaban a Marinette Dupain-Cheng como la mujer que todo movía en este mundo, la que merecía toda la atención sin importar las circunstancias.

     Adrien por supuesto que no tenía ni un ápice de estupidez y comprendía la situación. Las expresiones entusiastas de la rubia eran totalmente distintas a las de él, al menos podía decir que sí respetaba a su novia. ¿Pero Chloé Bourgeois respetaba a Marinette como su amiga?

     Como si nada caminó en dirección al gimnasio, sabía que los ojos de ellos estaban sobre él, pero mientras no volteara no tenían cómo sospechar que había estado espiando. No tomaría bandos por ninguno de los dos, tampoco iría a chismorrear con los demás porque no le gustaba eso, esto no se volvería a repetir porque problemas de niños ricos era precisamente eso, problemas de niños ricos.

     La clase de taekwondo pasó más rápido de lo que creyó, sus músculos no tenían memoria pero sabía que no sería difícil aprender las técnicas. Por supuesto que estaba en un nivel básico y esto tomaba años de experiencia.

     Tuvo diversión, Marinette se había caído unas cuantas veces sobre las colchonetas del suelo mientras seguía las instrucciones del profesor. Tenía una elongación perfecta, pero no entendía cómo ahí perdía el equilibrio tan fácilmente cuando siendo parte de las porristas de seguro se manejaba perfectamente. ¿Sería su presencia un factor condicionante?

.

     Su teléfono estaba sonando, sólo lo llamaban personas que sabían que era mudo porque no esperaban que respondiera con nada más que suspiros o gruñidos. Pronto, muy pronto empezaría algo que podría acabar con esto, porque lejos de un daño físico, su maldita psiquis y trauma no le permitían hablar. Para ser sincero estaba agotado de escribir todo el tiempo.

-Hermanito hermoso de mi corazón -el tono dulzón de sus palabras lo hizo sonreír, Clem era cariñosa pero cuando lo hacía en exceso era porque quería conseguir algo-. Cuando vuelvas, ¿podrías pasar a una librería a comprarme materiales? Tengo que hacer una maqueta para la escuela y ahora estoy sola en casa.

-Mmh -eso era afirmativo, lo haría. No le gustaba por nada del mundo que una niña de diez años estuviese sola en casa, menos con una gripe que la tenía en cama-. Cle mmmmh cu... -gruñó fastidiado, no podía modular bien ni completar frases.

Stay || Adrinette AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora