-¡No puede hacer eso Profesor Robinson!- grité repentinamente, luego de que mi profesor de matemáticas amenazara con quitarme el examen que estaba presentando, por prestarle un simple lápiz a Jennifer, mi mejor amiga.
-Si puedo, soy tu profesor y estas faltando a las normas de este examen, lo primero que dije fue ¡NO PUEDEN HABLAR CON SUS COMPAÑEROS!.
Me sentía muy impotente, el profesor Robinson me estaba dejando en ridículo frente a toda la clase, pero lo peor era que por primera vez había estudiado intensamente para un examen de matemáticas y todo mi esfuerzo no serviría de nada.
-Profesor, perdón por interrumpir, pero Chloe solo me estaba pasando un lápiz, para aclarar- dijo Jennifer en mi defensa.
-Puede haber estado haciendo lo que sea mi primera norma fue...
-¡No hablar con sus compañeros! Ya lo entendí ¿Si?- Le respondí al profesor antes de que dijera esa estúpida frase de nuevo.
-Señorita Monroe, la quiero fuera de mi clase. ¡Ahora mismo!.
En realidad no me tomó por sorpresa este comentario, sabía que de alguna forma u otra mi esfuerzo de presentar el examen había sido en vano. Solo tomé mis cosas y camine hacia la puerta mirando de manera amenazante al profesor Robison, que me miraba de la misma forma. Abrí la puerta del salón y antes de cerrarla, vi a Jennifer murmurando "Lo siento" totalmente apenada, sabía que no era su culpa, pero no pude hacer otra cosa que poner los ojos en blancos y cerrar la puerta fuertemente mostrando mi molestia por lo sucedido.
Matemáticas era la ultima clase del día así que podía irme a clases si quería y no lo dude ni un segundo, luego de esa escena en el salón me dirigí a la salida del colegio, y de allí hasta la parada para tomar un bus de regreso a casa. Estaba muy nostálgica y ¡Molesta! solo quería llegar a casa y encerrarme en mi habitación a llorar en silencio, en menos de dos minutos llego un bus, subí rápidamente y me senté en uno de los últimos asientos, solo tenía que esperar 15 minutos para que el bus llegara a la parada cerca de mi casa.
Cuando finalmente llegó a mi destino, camine rápidamente hacia la salida sin importarme los nuevos pasajeros que subían al bus, podía sentir las lágrimas en mis ojos a punto de salir, las personas solo me esquivaban pero uno de ellos no lo hizo y pisó mi pie, voltee a ver al responsable de esto, había sido un chico, el único detalle que vi de el fue que llevaba lentes oscuros, sabía que no me había tropezado intencionalmente pero estaba tan molesta por lo del profesor Robinson que no pude evitar estallar contra él.
-!Oye idiota! ¿Qué no ves que estoy pasando? ¿Estás ciego o qué?- le grité y bajé del bus sin esperar respuesta alguna.
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El Amor es Ciego (COMPLETADA)
Ficção AdolescenteLa vida ordinaria de Chloe da un giro inesperado al toparse con Lucas un chico ciego, ambos desarrollan una conexión especial al conocerse tras un pequeño accidente. Una historia llena de altibajos, amor y esperanzas que dejara una huella en tu cora...