Corazones Encontrados | Sebastián Villalobos y tú |

Capitulo 24: Metas por Cumplir.

El siguiente bloque fue oficialmente el más aburrido e incómodo de mí vida.

Se supone que debería estar apuntando cada palabra que decía el profesor de química por el examen final que es solo en unos dos meses, pero no dejaba de pensar en la discusión que habíamos tenido Elena y yo hace una hora.

Por momentos la miraba, ella se veía concentrada en el pizarrón, algo que solo hacia cuando estaba triste o enojada. Buscaba desahogarse de esos sentimientos haciendo cualquier otra cosa, como estamos en la escuela, su única salida era estudiar.

Ojala pudiera decirle que lo sentía. Jamás imagine que tendría esos sentimientos por Tomás, es más, nunca lo sospeche porque supuestamente ella lo ayudo a conquistarme durante años.

Y…ahora que lo pienso… ¿Elena no habrá saboteado todos los intentos de Tomás por enamorarme porque a ella le gustaba?

No…no lo creo. No le arruinaría la vida de esa manera, además aun así hubieran intentado no habría pasado nada entre nosotros.

Elena debe hacer sufrido mucho, saber que la persona a la que tú quieres, quiere a otra. Y peor si es tu mejor amiga. La entendía en partes, por ejemplo, el ver que jamás vas a poder conseguir que esa persona te ame de la misma manera que lo hace con otra; que no le digas lo que de verdad sientes, y peor aún…estar en la friendzone.

Tenía que hablar con ella.

Sé que estaba molesta conmigo por yo tener el corazón de Tomás, no obstante, tenía que decirle que no era mi culpa, que la comprendía y que la ayudaría con él. Era mi turno de actuar de cupido.

Afortunadamente la clase había terminado justo a tiempo. Todos salieron como siempre empujándose para alcanzar mesas en la cafetería, Elena se levantó para guardar sus cosas al igual que Tomás, solo que ella estaba más apresurada que él. Fui hasta donde estaba, pero luego cerró su casillero y salió a zancadas del salón. Tomás la miro extrañado durante un rato y siguió guardando sus cosas. Deje mis cosas como estaban en mi carpeta, ya después guardaría todo al igual que hacen los demás, y salí corriendo para poder alcanzarla.

Por primera vez en mi vida recorrer el patio de la escuela me resulto demasiado largo incluso corriendo. Elena logro perderse entre la gente, eso empeoro mi intención de arreglar las cosas. Trate de identificar su gran cabello moreno y ondulado entre la gran ola de personas que había, no logre nada intentándolo. Comencé a pensar rápidamente en donde estaría si fuera Elena. Un lugar que yo no frecuente tal vez.

Quizá…no…no puede ir hasta allí.

Corrí a la derecha del patio para poder observar la cancha de futbol y efectivamente Elena estaba yendo detrás de él pasando por los árboles que lo rodeaban, logre ver que se tapaba un poco el rostro. No lo haría…no allí.

La perseguí tratando de apresurar mi ritmo y a la vez evitando que me viera para que no se alejara del lugar al que se estaba dirigiendo. Espere en unos de los árboles a que avanzara un poco y mis esperanzas de que fuera otro lugar al que estábamos llegando, se destruyeron.

Elena había entrado a los vestidores de hombres a llorar.

*  *  *

—¿____?— pregunto Sebas.

—¿Quién es ella?—dijo Juan.

—Es la chica de la que les hable— respondió Mario tomando su bebida.

—¿Les dijiste sobre ella sin consultarme?— dije.

—De todas maneras lo iban a saber.

Estábamos todos juntos en McDonald. Luego de que hiciéramos un gran escándalo riendo y gritando en la cafetería, tuvimos que irnos a otro lugar para evitar que la dueña del sitio nos echara para siempre. Llegamos a este lugar porque a todos nos gusta, además teníamos hambre. Y eso que yo acababa de tomar desayuno.