Corazones Encontrados | Sebastián Villalobos y tú |

Capítulo 37: Inesperado Encuentro

—Que hermoso lugar—dije cuando entré al restaurante.

—Vine una vez aquí para una reunión de trabajo, tienen muy buen servicio—dijo mi padre.

—Por allí hay una mesa vacía, sentémonos—sugirió Francisco.

La mesa a la que se refería Francisco estaba cerca del buffet de postres y bocadillos que servían en el lugar, a su lado, había una pequeña orquesta tocando música clásica en vivo. En el techo se encontraban candelabros decorados con cristales, en las paredes se podían observar las pinturas de diferentes artistas, y debajo de ellas, las personas se sentaban a comer con trajes elegantes y vestidos lujosos.

Mi ropa no será tan apropiada para la imagen del restaurante, pero al menos mi peinado complementa mi estilo.

Papá se sentó a lado de Francisco, dejándome sola al otro lado de mesa, quedando frente a ellos. Ambos traían un terno elegante, salvo que al más joven le quedaba mucho mejor.

—Y bueno ____ ¿Qué tal la escuela?—preguntó mi progenitor.

—Los exámenes finales están cerca, solo me queda unos días para estudiar—dije.

—Supongo que tu estatus de primer lugar seguirá intacto ¿No?—cuestionó Francisco.

—Por supuesto—mentí—. No he bajado ni un punto.

—¿Estas segura?—dijo mi padre mirándome de reojo.

—Completamente—respondí.

—Y si estas tan segura hija... ¿Cómo es que tienes ciencias e historia tan bajos?

—¿Disculpa?—me sorprendí.

No, no creo que él haya...

—Cuando fuiste a comprar al centro comercial, me tomé la libertad de revisar tus notas. Eres brillante en todos los cursos, salvo los dos que te acabo de mencionar. Al ver tus cuadernos, pude apreciar los números que están debajo del ocho. Y fue allí cuando me pregunté ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué mi preciosa niña tenía esa clase de calificaciones en sus exámenes?

—Papá yo...—dije intentando explicar mi bajo rendimiento.

—No quiero pensar que aquel chico de internet estaba nadando en tu mente y provocó que te aislaras del estudio...así que en vez de enojarme, preferí buscar una solución a tu problema.

—¿Solución?

—Por si no lo sabias, Francisco se graduó con honores de la universidad— dijo viendo al chico orgulloso—. Y en la secundaria, era conocido como el joven más inteligente de la escuela ¡Que muchacho!

—No es para tanto señor—dijo él algo sonrojado.

—La modestia es una gran cualidad para un gran hombre.

—Quizá Francisco está ocupado con la empresa papá, tú mismo lo mencionaste— dije buscando evitar esas clases privadas.

—Pues...este joven es tan brillante, que puede ponerse al día en tan solo horas—respondió—. ¿Qué opinas chico? ¿Ayudarías a mi hija?

—Si usted lo desea, señor.

—¡Bueno, está hecho! Desde esta semana, él va a ser tu profesor particular en ambos cursos— sonrió mi padre.

—Pero yo...

—Nada de peros jovencita ¡Aprovecha la oportunidad de estar con un genio como él!

Era verdad, mi rendimiento había disminuido un poco debido a Sebastián. No es que él tenga la culpa, sino que, me había concentrado tanto en él y en nuestro encuentro que los estudios pasaron de alto. Además de los acontecimientos pasados en aquellos tres meses anteriores...