—¿Qué fue lo que acaba de pasar?—preguntó Tomás
—Él...me beso—dije tocándome los labios.
—Sí, eso lo vi. Pero... ¿Por qué?
—Porque...me ama—sonreí.
—____ ¿Puedes dejar de ver el cielo y mirarme?
—¿Qué?—dije alegremente.
—¡Me rindo! Solo vámonos a tu casa.
—¡Espera!—reaccioné.
—¡Al fin! ¿Qué sucede?
—Sebastián dijo que nos veríamos después de la convivencia. Y justamente en la carta que le entregué decía exactamente lo mismo.
—Pues ya acabó ¿Te comentó en qué lugar debías esperarlo?
—Bueno...no. Afortunadamente le dije un lugar específico en la carta.
—Entonces me voy.
—¿Por qué?
—¿Crees que quiero estar con ustedes en un momento taaan romántico?—rió.
—Sí, está bien—reí.—Gracias por acompañarme hoy.
—¿Bromeas? ¡Fue el mejor día que he tenido! Al menos para mí. El tuyo todavía no acaba—me guiño el ojo.
—Si...—sonreí.
—Suerte— me abrazó.
—Gracias Tomás.
—No hay por qué— dijo alejándose.
Me cuesta creer lo que acababa de pasar.
Fue suave, lento, dulce...mágico. Era lo que quería hacer en el momento en que lo viera, precisamente ese. Miles de emociones recorrieron mi mente en ese instante mezclados con memorias de nuestra pequeña historia: cuando respondió mi comentario, esa pequeña foto de un cubo que hice en clase, la primera vez que hablamos por twitter, las charlas de madrugada, el primer te quiero que nos dijimos, la promesa de encontrarnos...recuerdos de las cosas que pasamos a la distancia y a la vez juntos. Además la foto de la fiesta se borró completamente de mi cabeza y mis deseos de encontrarlo se cumplieron. Todo fue perfecto.
Hasta que nos separamos.
Sebastián me sonrió, nos miramos por segundos y su cara se transformó a una preocupada al notar que las piezas del cubo lloraban por aquello que hizo conmigo. Primero tomo el micrófono del piso, luego se lo dio a Mario para que sacara a una chica a formular una pregunta, seguido de esto me tomó de la mano para llevarme detrás de los telones del escenario. Aún escuchaba los reclamos y gritos de las chicas sobre quien era yo a pesar de lo alto que hablaba Sebastián. Lo único que consiguió decirme fue que me vería acabando la convivencia, después le entregué mi carta y provocó que me depositara un beso rápido y vuelva al escenario. Bajé los escalones otra vez y regresé a mi sitio junto a Tomás. Le rogué que grabara el instante en que subiera al escenario y revise la cámara para verificar que lo había hecho.
Y así fue.
Disfrutamos más de la presentación hasta que terminara. Al salir muchas chicas me miraban enojadas o extrañadas; sin embargo, otras me sonrieran o se emocionaban al verme. Era algo raro, incluso una me pidió una foto.
Y aquí estoy, debatiéndome en esperarlo o ir al lugar que le yo elegí.
Espero que no tarde mucho, ya casi anochece.
* * *
—¡Sebastián! ¡¿Estás loco?!—gritó Mario.
—Loco por ella—sonreí.
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Corazones Encontrados | Sebastián Villalobos y tú |
Fanfiction¿Sabes lo que es encontrar a tu otra mitad? ¿A esa media naranja? ¿A esa persona? Pues estos dos adolescentes no lo saben. Pero están tratando de hacerlo. ____ ____ una chica de 16 años de ____ (tupais). A pesar de la mala suerte que tiene en el amo...