⊰⊹ᴀ ᴅ ɪ ᴄ ᴛ ᴏ - ᵐᵒʳᵗⁱˢˣᵖᵒᶜᵒ [Omegaverse]

🌼 ᴜɴ ᴏᴍᴇɢᴀ úɴɪᴄᴏ - Parte 2

Volviendo al palacio las cosas estaban tranquilas, Barley pasaba el tiempo con aquel muchacho de ojos negros, tenía curiosidad sobre su vida además que algo parecía inquietarlo.

Barley: perdóneme si todas estas preguntas son muy incómodas para usted.

Edgar: no se preocupe, se que desconfía de mi... Por eso tantas preguntas.

Barley: no malentienda joven Edgar, solo quería sacarme una duda... Usted se parece mucho a una vieja amiga.

Edgar lo miro confundido y el hombre mayor solo sonrio transmitiendo confianza al más joven.

Barley: ella era una hermosa dama hasta que trabajo en aquella casa, verlo a usted me hizo recordarla.

Edgar: perdóneme por eso...

Barley: no hay nada que disculpar -despeino los cabellos del omega y se levantó de su asiento- tengo que irme a servir al señor Byron, no salgas de aquí.

Edgar asintió y miró como el hombre salía de la habitación en total silencio.

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Amber y colette caminaban en un incómodo silencio, la alfa miraba de reojo a la albina, no podía saber si era omega o beta.... Pero de algo estaba segura aquella chica de flamante cabellera, la chica que tenía al lado era hermosa.

Amber dejó sus pensamientos al ver que ya habían llegado al palacio, miró al guardia y le dijo que la joven era una invitada por lo cual la dejaron entrar sin ninguna queja.

Amber: Edgar esta en mi habitación, te dejaré con él, yo tengo asuntos que atender.

Colette: muchas gracias por toda la ayuda.

Amber: no me agradezcas nada, yo haría eso por cualquiera.

Colette asintió y miró como Amber detenía su s pasos enfrente de una blanca puerta con adornos de oro a su alrededor.

Amber: Edgar esta adentro, los dejo para que puedan hablar. -dicho eso se retiro sin decir más-

Colette golpeó la puerta suavemente y escucho a alguien caminar apresuradamente, parecía que el chico no tenía intención de abrir la puerta a lo cual colette tocó nuevamente.

Colette: soy yo Edgar, ábreme.

Edgar reconoció la voz y abrió, jalo a su amiga y la envolvió en un cálido abrazo, la albina solo pudo corresponder, sabía que ahora el omega debe sentirse fatal, tenía que subirle el ánimo y hacer que olvide todas las cosas malas que le habían pasado.

Colette: me alegra que estés bien -dijo feliz mientras agarraba ambas mejillas del muchacho-

Edgar: Le debo mi vida, yo tenía miedo -susurro mientras lágrimas bajaban inconscientemente-

Colette limpio las lágrimas y junto su frente con la de Edgar.

Colette: no dejare que nadie te haga daño denuevo.

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Amber caminaba con una mirada seria en el rostro, no sabía como decirle a Byron que había metido a un omega al palacio y que planeaba hacerlo quedar hasta que se le ocurriera una forma de ayudarlo a él y a su amiga.

Amber miró la gran puerta y dio un gran suspiro antes de tocarla, pasaban segundos y parecía que nadie estaba en aquella habitación, era raro ya que Byron siempre trabajaba en las mañanas, Amber solo pateo la puerta y miró la sala vacía.
El escritorio estaba desarreglo y parecía como si alguien hubiera entrado a buscar algo ya que la mayoría de papeles estaban regados por el suelo.