"La vida te da las cartas, no puedes cambiarlas pero tú decides como jugarlas"
- Emilio Duró
JAMIE
Se escuchaba el canto de las aves en este cálido día de enero pero sobre todo se escuchaba el canto de una sirena. Hoy era mi décimo cumpleaños y estaba dispuesta a pasarla al máximo; A pesar de que estamos iniciando el año creo que será espectacular, Damien estaba ayudando a mamá a hornear un pastel, mi hermano no tiene ni la menor idea de cómo cocinar pero me alegra que lo intente. Al bajar los pequeños escalones dando saltitos mi padre me tomo de la cadera y comenzó a girarme en el aire con una radiante sonrisa.
- Feliz cumpleaños, princesa. –dijo mientras me dedicaba un suave beso en la frente, al acercarme a la cocina podía oler la deliciosa masa del pastel. Sus ojos marrones brillando en alegría
- ¡Mi hermosa pequeña! –exclamo ella- Ya tienes una década, ¿te sientes vieja, ya? –me puse en puntitas para intentar darle un beso en la mejilla pero todavía me faltaba crecer unos centímetros más para alcanzarla, así que ella se puso en cuclillas y me abrazo.
- Ya quiero ser tan grande como tú. –digo y escucho la risa burlona de mi hermano detrás de mi
- Vamos, Jamie. Quiero darte tu regalo. –me gire sobre mis talones con una sonrisa maliciosa en los labios, es la primera vez que me daba un regalo que no sea un dibujo o un abrazo.
- ¿Me tienes un regalo? –pregunto apuntándolo y él asiente
- Pero tenemos que ir a la playa para llegar hasta él. –explica, nuestra casa esta exactamente en la orilla de la playa por lo que no sería un problema. Damien y yo hicimos una carreras de quien llegaba primero, obviamente me gano. Necesito estar en mejor condición física.- Aún te falta mucho para ganarme –dice apoyando su peso en sus rodillas para descansar, hago lo mismo e intento respirar profundamente- Ven, vamos –toma mi mano y me jala hasta llegar al muelle donde me estaba esperando un hermoso atardecer
- ¿Por qué no me dices qué es? –pregunto irritada
- Porque entonces no sería una sorpresa, tonta.
Al despertar podía ver la sonrisa de Blue y nada importaba más que eso, se había quedado a dormir en el departamento. Después del Dylan fiasco no se hablo mucho al respecto, han pasado unas semanas y ya casi es el cumpleaños de Damien.
- ¿Me estabas viendo dormir? –hablo con mi voz ronca de la mañana, me estiro y me siento en la cama.
– No sabes lo lindo que es verte después de una eternidad sin ti.
- Te digo que la cursilería se ha vuelto tu fuerte.
- Sabía que algún día serías mi salvación o mi perdición, resultaste ser ambas.
Pase toda la tarde y mañana con Blue sin importar lo demás, sin importar que mañana tengo un examen de Historia, sin importar que tenía que llamar a mi papá y sin importar que tenía que encontrar la manera de organizar la fiesta de mi hermano. Nada más importaba, solo él.
*-*-*-*
Damien había venido de Detroit por la mañana aunque se tenía ir demasiado pronto, así que intentamos organizar algo breve y lindo. Obligue a Blue a acompañarme, a regañadientes acepto pero bueno, necesitaba a alguien que me ayudara con los globos. Invitamos a algunos chicos de la universidad y a unas amigas mías, Blue hizo lo mismo y Liz estaba encargada del pastel. Decidimos hacer la fiesta en la fraternidad de Joshua, un amigo de Blue. Quien por cierto tiene un temperamento terrible.
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Terrible Error © [TE #2]
Novela JuvenilPorque todo fue un terrible pero maravilloso error. Segundo libro de Terriblemente Enamorado OBRA PROTEGIDA POR SAFE CREATIVE Código:1501132980530 Fecha: 13-ene-2015 2:52 UTC Licencia: Todos los derechos reservados Portada creada por: Ly...