BLUE
Lo miro molesto, ya habían pasado dos semanas y Jackson no me ha pagado por el partido de póker pasado.
El clima es cálido y a comparación de Seattle parece darte un rayo de esperanza. Que patético es eso, como si la esperanza realmente existiera.
—Prometo pagarte, Blue. Lo juro —miro hacia sus oscuros y me detengo a pensar. Bien, lo suelto. Tres...dos...uno, y así como así, se echa a correr. Observo la amplia calle abandonada que apenas y está alumbrada por grandes luces parpadeantes, suspiro un momento y me doy la vuelta.
No sé qué se supone que deba hacer ahora, me siento perdido. Supongo que siempre lo he estado, siento el concreto bajo mis pies y sigo mi camino bajo la ciudad de las luces y tengo estas inmensas ganas de gritar, golpear algo... lo que sea, quien sea.
Observo la cancha de béisbol a lo lejos, está muy oscuro pero conozco el atajo el perfecto. Siempre vengo aquí, entro por una puerta trasera pasando las largas cadenas por encima de mí y me coloco justo en el medio del campo, miro hacia la infinidad de estrellas en el cielo por un momento y suspiro una vez más. Me dejo caer bajo el césped húmedo, seguro lo acaban de regar y cierro los ojos.
Cuando los abro, me dejo llevar y comienzo a gritar, alto y fuerte. Saco todo el aire dentro de mis pulmones y me desquito con ese único grito. Como si así pudiese liberarme de todo aquello que me tormenta, los recuerdos, los ayeres. En cuanto me detengo, veo la luz de una linterna.
— ¡Oye! —grita el hombre, seguro forma parte de la seguridad del campo. Sonrío un momento y empiezo a correr, siento la adrenalina subir por mi cuerpo, paso las largas cadenas y sigo corriendo sintiéndome menos pesado, ligero como una pluma y de la nada, comienzo a reír. Me siento libre, tranquilo y en paz, son como esos momentos de locura en los que simplemente quieres reír y disfrutar del presente. Olvidándote de ayer y el mañana, solo viviendo el ahora.
Mis ojos se clavan en el pizarrón de economía y estadística, apunto los números en mi cuaderno tratando de hacer los cálculos en mi mente. En cuanto termino, veo como Fitz me susurra ayuda, me giro para verlo detrás de mí y sus ojos suplican respuestas. Me encojo de hombros, estamos demasiado lejos como para pasarle mi cuaderno y le hago un gesto con la mano de que lo ayudaré más tarde y él solo bufa.
Camino hacia mi siguiente clase, concentrado solamente en ello.
Más tarde, preparo mi motocicleta para la gran carrera de esta noche, varias personas han sido invitadas. Claro, es la inauguración del conjunto de carreras y el que ocupe el primer lugar ganará el premio de diez mil dólares en efectivo. Aunque, siendo franco, no lo hago por el dinero.
Termino de encerarlo y lo miro una última vez, es hora.
Entro en la casa que Fitz y yo rentamos, necesito mi chaqueta y sin duda, un paquete de cigarrillos.
Me fijo en los muebles pero no veo nada, al menos no aquí. Ingreso a mi habitación, muevo los ganchos del armario y nada, ¿Dónde lo deje? Abro los cajones y trato de ver donde podría estar, pero solo está la ropa que deje ahí.
Ruedo los ojos ya fastidiado y veo una caja por encima del armario, tiene una manga negra colgando del borde, parece ser mi chaqueta. Estiro mi brazo pero de alguna forma la caja cae y me golpea fuertemente en la cabeza, la observo con furia pero tomo la chaqueta y me la pongo.
Me hinco para recoger las cosas, papeles, lapiceros, fotografías pero me detengo al ver el sobre de una carta.
"De: Jamie
Para: Blue (B)
Ábrelo cuando lo veas necesario J <3"
Se me había olvidado que me dio esa carta, me la entrego el día de mi cumpleaños. Siento como se achica algo dentro de mí y dejo salir el aire que no sabía que estaba conteniendo.
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Terrible Error © [TE #2]
Teen FictionPorque todo fue un terrible pero maravilloso error. Segundo libro de Terriblemente Enamorado OBRA PROTEGIDA POR SAFE CREATIVE Código:1501132980530 Fecha: 13-ene-2015 2:52 UTC Licencia: Todos los derechos reservados Portada creada por: Ly...