Terrible Error © [TE #2]

Capítulo 3: Quizás en otra vida

JAMIE

Parpadeo con incredulidad un momento— ¿Qué haces aquí? —trato de no sonar impertinente, sus enormes ojos grises me miran y su cabello cobrizo gotea sudor, parece agitado.

—Jamie, lamento mucho involucrarte pero hay algo que debo decirte —declara con vergüenza, ¿qué podría ser tan malo?

—Fitz, ¿de qué hablas? —pregunto. Fitz es dramático por naturaleza pero algo dentro de mí me dice que esto es algo malo.

Carraspea su garganta mientras se rasca la nuca, me mira de nuevo y toma aire. Vaya, esto lo pone de nervios. —Bueno, ¿te acuerdas del año pasado? —asiento y él mira hacia sus pies para después volver a dirigirse a mí. — ¿De cómo tu hermano desparecía misteriosamente y Blue a veces parecía demasiado cansado? —trago saliva, no me acostumbro a escuchar su nombre de nuevo, es como si algo me quemará pero vuelvo a asentir. —Estaban conmigo —alzo ambas cejas, eso no es nada raro, en absoluto...—No en ese sentido —dice rápidamente alzando ambas manos pero sigo sin sonreír. —Existen ciertas actividades clandestinas y digamos que formamos parte de ellas — ¿Clandestinas? ¿Qué? —Antes, creí saber lo que hacíamos —se relame los labios. —Claro, eso fue antes de Jean y Asher... pero ese no es el punto. —Lo detengo

—Fitz, sea lo que sea, si es de él... realmente no quiero saberlo

Aprieta sus labios. — ¿Incluso si su propia vida está en riesgo?

Entorno los ojos. —No seas dramático, estamos hablando de Blue Russell

—No lo entiendes —espeta. No, realmente no lo entiendo. —Jamie, antes se cuidaba un poco más

Suspiro— ¿Y por qué ahora ya no? —digo con desdén

—Porque ahora ya no tiene nada que perder

Me quedo pasmada un momento. Un torbellino de recuerdos invaden mi mente.

Recuerdo la sensación de estar con él, sentir su aroma desde un metro de distancia, sus fuertes brazos alrededor de mi cintura y por último... el día de graduación.

Medite acerca de ese último tres largas semanas, pensaba en la razón del por qué todo acabo como lo hizo. No tiene sentido, dijo que ya no me amaba pero el día anterior me había dicho que sí.

Así que hay de dos, o es excelente mintiendo o está ocultando algo; porque uno no deja de amar a alguien de un día para otro.

Sacudo esos pensamientos y vuelvo a ver a Fitz—Creo que sobreestimas mi valor hacia él

Niega con la cabeza. —Créeme que no acudiría a ti si no fuera tan grave y si supiera que no hay nada que puedas hacer al respecto —hace otra pausa—Él no se da cuenta de lo que está haciendo —añade. Siendo sincera, parece desesperado.

Duele, pensar en él duele bastante. Algo así como pequeñas astillas clavadas en lo más profundo de mí.

—Entiendo que sea tu amigo...

—Mejor amigo —me corrige—Sé que no es tu hit, pero no es mala persona y lo sabes

Dejo salir el aire que aparentemente estaba guardando y continúo. —Tampoco es un niño —tomo el envase de cartón de mi café y dejo dos dólares y noventa y nueve centavos en la mesa. —Bye, Fitz

Camino hacia mi departamento, él no podía realmente creer que podía venir aquí y que iría con todo gusto a ver a Blue, que tendríamos un final feliz y tan tan, ¿o sí? Es obvio que así no sería, seguía herida y no pienso verlo ni hablarle ni una vez más.