Terrible Error © [TE #2]

Capítulo 23: Un atardecer de ensueño P.2

JAMIE

Se me hizo tarde para la entrevista, ni siquiera sé si estoy vestida apropiadamente. Aunque supongo que eso es lo de menos, jamás he sido entrevistada... bueno una vez y fue para un pequeño trabajo de niñera con un amigo de mi papá.

Como siempre, mi torpeza se apropia de mi ser y me percato que perdí un arete gracias al reflejo de cristal del edificio. Alzo la mirada y me siento intimidada ante ese enorme rectángulo de cristal, paso saliva y camino con pasos temerosos hacia la recepción.

—¿En qué puedo ayudarle? —me sonríe amablemente el recepcionista.

No puedo creer que esto sea Black Feather, me imaginaba algo un poco más... cálido.

—Sí, vengo a la entrevista con Jeremy Black. —puntualizo tratando de sonar nerviosa. El hombre aciente y teclea un par de cosas en su ordenador que no alcanzo a leer, me mira de arriba abajo y forza una sonrisa.

—Último piso a mano derecha. —es todo lo que dice y continúa tecleando.

Okey, no pasa nada. Mis piernas que ahora se han vuelto como palitos espagueti apenas me responden, ingreso en el elevador y escucho pacientemente la música acústica que fue creada para la frustración humana. En cuanto el elevador se abre, salgo con paso seguro -o eso intento-, hacia la derecha dónde hay una gigantezca puerta negra con detalles de plumas bordadas en la madera.

Me paso las manos por mis pantalones oscuros y me acomodo el cuello de tortuga de mi blusa azul cielo, por favor que sea amable...

Antes de poder tener la oportunidad de tocar, se escucha un leve "Adelante".

Abro la puerta con mi diminuta mano y quedo atónita ante la oficina del hombre que tengo frente a mí. Las paredes laterales son literalmente estantes de libros, de todas las formas y colores; detrás de él es una pared hecha de solo cristal dándole a todo el lugar un toque elegante lleno de luz.

Miro hacia sus serios ojos grises, resaltan más debido a su cabello oscuro como el carbón.

—Debes ser Jamie. —se levanta de su lugar y lo veo caminar hacia mí.

Vaya, también es bastante alto.

—Sí. Jamie Collins —añado con una sonrisa, sonrisa que devuelve.

—Toma asiento, Jamie. Prometo que no muerdo

Miro hacia la silla de cuero delante de mí, de forma casi inmediata tomo asiento y sin pensarlo, empiezo a jugar con mis dedos.

—Tu profesor es un buen amigo mío, un mentor se podría decir... —empieza por decir caminando con pasos lentos hacia su lugar. —Y me ha llamado la atención que no ha parado de hablar de la inigualable Jamie Collins, me ha dicho que tienes talento para la edición literaria.

—Bueno, no le diría talento...

Me interrumpe. —No seas modesta, me he dado la tarea de leer tu ensayo y me parece impecable.

Usualmente cuando me pongo muy nerviosa miro hacia abajo, como si lo que fuese a encontrar fuese un par de billetes de mil o a Harry Styles. Pero en su lugar, solo miro al escritorio donde puedo observar un pequeño cuadro de madera oscura con Jeremy a un lado de... ¿Sunny?

Los ojos de mi entrevistador se pasan hacia donde yo estoy mirando y sonríe.

—También mi hermana no ha podido dejar de hablar de ti. —me comenta.