Terrible Error © [TE #2]

Capítulo 15: Una noche para recordar

JAMIE

Corremos por las áreas verdes del hotel, mi corazón estará sufriendo un infarto en cualquier momento de lo rápido que late. Nos detenemos en lo que parece ser un quiosco y nuestras miradas se encuentran por treintava vez.

— Blue... —digo mirándolo

— ¿Sí? —pregunta, su mirada me abraza por completo y me siento tan entera

— Te amo. —digo sonriendo y después de un momento también lo hace él.

— Dudo que me ames más de lo que te amo, ni siquiera estarías por la mitad. Juro que hasta yo mismo me aterro de eso. — dice y lo abrazo recargando mi cabeza en su pecho.

— ¿Te acuerdas de cómo nos conocimos por primera vez? —lo cuestiono y me dejo llevar por el latido de su corazón. Tun, tun, tun...

— Claro que sí, correcaminos. —lo escucho soltar una leve carcajada y lo aprieto contra mí— Jamás he sido tan feliz como lo soy ahora.

— Ni yo, al menos no desde que mamá se fue. — me despego de él y miro hacia donde dirige un camino alrededor del quiosco. Hay bastantes rumbos, pero solo me interesa seguir uno, Blue me acompaña y ambos caminamos juntos.

— Cuéntame de ella. —eso me toma por sorpresa y a pesar de que es difícil hablar de mi mamá con él es diferente, no tengo porque esconderlo.

— Es, digo era una excelente repostera, siempre supo que decir y cuando decirlo. Éramos muy cercanas, pero era aún más cercana a Damien, él siempre creía que era la mujer perfecta; algo en él se apagó cuando falleció y no lo culpo, estar sin ella era una de las peores experiencias que he tenido que vivir. Mucho peor que la cicatriz.

— ¿Es por eso por lo que cuidabas mucho de él? —dice en referencia a mi hermano y asiento.

— Él no es un chico malo, solo está muy dolido.

Seguimos hablando hasta detenernos delante de lo que parecía ser una exhibición cerrada, Blue sin embargo no hace caso al enorme letrero que dice "Prohibido el paso" y "Solo personal autorizado", lo sigo sintiendo mis pies temblar con cada pisada y al entrar nos damos cuenta de que es un planetario, el proyector de las estrellas sigue encendido y estas giraban lentamente en el techo.

— Uau —es todo lo que me sale de los labios.

— Si tuviera un dólar por cada vez que te hago decir "uau" sería millonario. —dice riendo, sonrío acariciando los planetas hechos de plástico soportados por un trozo de madera. Camino alrededor y lo miro frunciendo el ceño.

— ¿Ya tenías esto planeado? —alzo una ceja y juro que esa sonrisa que tiene es de las maliciosas.

— Algo así, solo digamos que todo salió como quería.

Al caminar veo lo que parece ser un brincolin inflable con forma de la tierra con luces de estrellas y cometas adornando ese cuarto. Miro a Blue con mirada cómplice y el ríe— ¿Saltamos?

Sin decir nada camina hacia mí y me toma de la mano dirigiéndome al inflable que tiembla al tenernos encima, salto agarrada de Blue y me siento como una niña de nuevo y no puedo evitar dejar de sonreír; Blue me mira, lo miro y de repente nos besamos. Sus labios saborean los míos, es tan adictivo estar junto a él, le tomo el rostro con mis manos intentando profundizar el beso, pero eso solo me hace caer y rebotar. Riéndome aun pegada a sus labios me doy cuenta de que todo en mí se activa, los vellitos de mi piel se erizan y por la sonrisa de Blue me doy cuenta de que él también lo noto.

— ¿Qué pasa? —pregunta

— Yo... um, no sé qué hacer —lo oigo reírse y eso me molesta, me siento cruzándome de brazos sintiendo la sangre hervirse y Blue me toma de la mano, pero la hago un lado— No es gracioso, no soy tan experimentada como tú.