Capítulo 1: La vida sin abrigos

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JAMIE

Hace un año estaba alistándome para el día que cambiaría mi vida por completo y el día de hoy me alisto para la universidad. Me miro en el espejo ejerciendo presión en el listón alrededor de mi cabello y suspiro una vez más tratando de sonreír.

Quizás no será tan malo, después de todo en cuanto tocas fondo no puedes hundirte más.

— ¿Estás lista? —pregunta Lizzie del otro lado de la puerta.

La verdad es que no lo estoy, ni de cerca. Supongo que eso ya no importa, el mundo sigue avanzando y no se detiene por mis enormes ganas de quedarme en mi cama y ver películas todo el día como cualquier adolescente deprimida.

—Voy —es todo lo que digo.

Lo peor que puede hacer una persona, es perderse asimismo por alguien más, perder tu esencia y la forma en la que sonríes. Aquella chica que solía ser, ha desaparecido.

Ya no sé quién soy, ni qué debo hacer.

Los caminos de Boston eran algo fríos por el otoño, las hojas de amarillo, naranja y rojo rodeaban la ciudad entera. Lizzie ha sido mi piedra, ella y Fitz me han ayudado en el cambio de ciudad. Dylan y yo estamos en mejores términos y él se ha quedado con Chocolate mientras yo me quede con Lizzie en un departamento a tan solo unas cuadras de Boston University.

No es la gran cosa, pero está cerca de la facultad de humanidades y está en una zona segura. No necesito grandes lujos para estar bien, tengo lo necesario y eso me basta y sobra.

Boston es muy diferente a Seattle. El ambiente es más tranquilo y se siente como si todo estará bien de alguna forma u otra.

En lo que caminamos veo que Lizzie está hablando pero sinceramente no le estoy prestando atención, soy demasiado patética.

Me enfoco en mí alrededor y admiro el esplendor del calor del sol la fría brisa en mi cabello. Debe ser un día mejor, sin duda.

—Vamos, quiero saber si tenemos primera hora juntas —dice Lizzie entusiasmada, me toma del brazo y corre hacia la entrada de la facultad. Observo a los estudiantes a mí alrededor y la forma en la que nos miran como si no estuviéramos cuerdas. Dios mío, Lizzie.

Al llegar a ver los horarios pegados en la pared para cada licenciatura me enfoco en "Literatura Moderna" y me doy cuenta de que tenemos la semana para elegir nuestras actividades extracurriculares y talleres del campus, no tendremos clase en toda la semana, pero habrán actividades de convivencia y adaptación universitaria para los de primer ingreso.

— ¡Excelente! —exclama Liz, me sonríe de oreja a oreja. —Hay que ingresar al taller de porristas

—No me gusta la idea, no soy buena animando gente. —Digo y suspiro—Ni siquiera puedo animarme a mí misma

Lizzie pone los ojos en blanco y aprieta sus labios en negación. —Jamie, no puedes seguir deprimida. Es hora de seguir adelante, tienes que distraerte y este —mira hacia el puesto para ingresar al taller de porristas. —Es tu oportunidad

No sé, ¿yo porrista? Por Dios, ellas deben ser perfectas y yo... no soy perfecta. Me considero rota, desechable y perfectamente e innegablemente fuera de sí misma.

Ella suspira y chasquea los labios. — ¿Sabes qué? Ya no vas a decidir esto, lo haré yo y seremos porristas

Ay no, de verdad, ¿qué se supone que haré?

Nos acercamos hacia el equipo de porristas que llevan rojo y negro como uniforme. Alrededor hay carteles de "¡Vamos, Terriers!" "B.U" La verdad, no me preocupo, no podría ser porrista de uno de los mejores equipos en el país, no me aceptarían.

— ¡Bienvenidas a Boston University! —dice una rubia con aspecto perfecto. Tiene la talla de capitana de porrista. — ¿Están interesadas en formar parte del equipo?

En cuanto abro la boca, Lizzie me interrumpe. —La verdad es que somos nuevas en esto, no sabemos mucho acerca de las maniobras que hacen, estuvimos solo un año en el equipo de Miami, ¿eso sería un problema?

La chica parece estar pensando pero sonríe con entusiasmo. —Miren, hagan las pruebas. Serán algo sencillas y yo me encargo de lo demás, estarán en tiempo de prueba y les enseñaremos lo mejor de lo mejor, poco a poco irán agarrando la flexibilidad necesaria pero debo advertirles, esto es un estilo de vida. —hace una mueca con los labios y me mira un momento. —Deben darle la seriedad que amerita

Estamos en la universidad, no tendré tiempo para esto. No soy fan, no lo quiero y sin duda, no lo necesito.

—Muchas gracias pero...

Lizzie me vuelve a interrumpir. —Ahí estaremos —dice sonriendo y la chica asiente con una amplia sonrisa, ¿acaso siempre sonríen? Es como "Hola, estoy en un estado de dolor nivel diez en este momento pero debo sonreír por ser porrista"

En el momento que nos alejamos tomo a Liz del brazo y la llevo hacia los campos de césped. — ¿Te has vuelto loca? No tengo tiempo para esto, Liz

—Porque estás ocupada deprimiéndote por Blue. —dice poniendo los ojos en blanco con fastidio. —Sé que no quieres que te diga lo obvio, pero no puedes permitir que te siga haciendo de tu vida lo que se le plazca hasta cuando no está aquí. —hace una pausa y yo tomo aire, pensar en él duele. —Él ya no está y no va a regresar, deja de clavarte tanto en algo que no existe. Ya es pasado, es piña de otro taco, supéralo y sigue con tu vida

Siento como me hierve la sangre, célula por célula. — ¿Quién eres tú para decirme qué debo o no debo hacer con mi vida? ¡Es mi vida, Liz! Y lo único que has estado haciendo es decirme como debo manejarla, estoy harta

— ¿Harta? ¿Tú? Yo soy la que tiene que aguantarse tus suspiros de tristeza cada segundo, eso fue hace cuatro meses, ¡él no regresará! Deja de estar viviendo del pasado, estás perdiéndote de tu vida por él.

—Esto fue un error, olvídalo. Diviértete en las pruebas —reprocho y me doy media vuelta.

— ¿Sabes qué? ¡Lo haré! —la escucho decir

— ¡Bien! —grito

— ¡Bien! —dice ella

Ella no tiene una maldita idea de lo horrible que es estar donde estoy, a ella no le rompieron el corazón en mil y un pedazos y después los quemaron pero sé que tiene un poco de razón. No lo puedo dejar de ir, y es hora de hacerlo, por mi bien, tengo que soltarlo.

Una lagrima resbala lentamente y me la seco en cuanto puedo, busco algún lugar donde sentarme y por fin encuentro una banca en una cafetería dentro del campus, tomo asiento y saco mi libro preferido de mi bolsa, "El arte de la vida" , es hora de releerla por cuarta vez. Pido un café con chocolate blanco y trato de tranquilizarme perdiéndome entre las letras del libro.

"Isabelle es tan yo"

El frío me abraza por completo y para colmo no traje un bendito abrigo. Ay, la vida sin abrigos.

Me detengo un momento en cuanto veo a alguien sentarse delante de mí y me quedo en shock durante un instante. ¿Qué hace él aquí?

N//A:

Sé que es un poco corto pero no podía resistirme a no subirlo, tarde bastante y sinceramente no estaba en mis planes subir la historia ahora pero debido a que ha sido muuuy demandada he decidido seguirla. 

Quiero agradecerles a todos por hacer de TE una historia que forma parte de sus corazones y por seguir aquí apoyandome día a día, a veces no puedo contestarles pero creanme, leo sus comentarios. ¡Muchas gracias! Y les quiero ADVERTIR algo antes que sigan leyendo la historia, tiene algunas cosas en referencia a Terriblemente Enamorado (el que está a la venta) y no aparece en Wattpad, entonces si encuentran algunas cosillas que no tiene tanto sentido es debido a eso, pero se explicará lo más que se pueda más adelante. 

L@s amodoro!

-N.G 

Terrible Error © [TE #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora