Terrible Error © [TE #2]

Capítulo 22: Cielo oscuro

Canción inspirada: Hold On- Chord Overstreet (Oh si, nuestro amado Fitz)

BLUE

No debería estar aquí.

¿Por qué Jamie es tan... tan... ella? Quisiera poder dejar de sentir, sentir estas ganas de ir con ella y besarla.

Dejo escapar un bufido girándome en la cama quedando la ventana a mi vista, las estrellas no se logran ver... solo un cielo oscuro.

Es difícil no enamorarse de ella, tiene todas las peculiaridades que la transforma en un todo. La forma en la que ríe, las arrugas que se forman alrededor de sus ojos, sus labios resecos, la falta de madurez al tomar decisiones... su forma de amarme. Todos esos detalles que para alguien ordinario serían complejos y para mí son detalles de la perfección porque eso la convierten en ella.

Tal como escribí en el cuadro de mi cuarto en Seattle.

"Somos lo que queremos ser, creemos en lo que queremos creer, pero no amamos a quienes queremos amar."

Y el problema no es que la supere y me divierta, porque eso me facilitaría todo el asunto. El problema es que yo no quiero tener que superarla, no quiero estar con otra mujer que no sea ella.

—¿Qué carajo me está pasando? —le pregunto al cielo negro.

Trato de cerrar los ojos y dormir. Okey, claramente esto no está funcionando, no puedo dormir.

Tengo que salir de aquí, me incorporo en la cama y lo dejo tal como estaba cuando me había quedado ahí. Claro que solo es una delgada sabana verde menta y muebles empolvados, desde que Lizzie se mudó con nosotros este sitio no ha sido habitado y, al parecer, tampoco Jamie había entrado aquí.

Jamie

La puerta del cuarto se abre de golpe, y Jamie esta recargada en la puerta con los ojos rojos y las mejillas mojadas.

—Blue... no puedo estar sin ti, te amo... y no puedo dejar de pensar en ti, tus besos, tu forma de mirarme... —empieza a decir.

—Jamie, estás ebria. No sabes ni lo que estás diciendo ahora, vete a dormir.

Se tambalea de un lado a otro para ponerse a mi lado, me observa detenidamente ahí parada. Bajo la mirada un par de centímetros para mirarla a los ojos y me aprieto el puente de la nariz.

—Jamie, no sé qué quieres de mí —suelto, ahora su mirada se transforma en confusión. —Primero me dices que me odias, cuando por fin estamos juntos besas a Dylan... y ahora... no... no sé qué más quieres o esperas de mí.

—Quiero que estemos juntos... Blue, yo... —ella se acerca hacia mí y a pesar de su estado de ebriedad, sigue oliendo demasiado bien. —Sé que me amas y también sé que no hay otra persona con la quisiera estar que no fueras tú.

No puedo hacer esto...

—Jamie, de verdad no puedo... ni siquiera vas a recordar esto, ¡cuál es el punto?

Sus labios comienzan a temblar de poco a poco, verla así me parte el corazón. Rápidamente la veo inclinarse y pararse de puntitas, sus labios tocan los míos, y me embriagan.

Siento esta necesidad de seguir besándola, así que eso hago, muevo mis labios junto con los de ella tomándola de la cintura y pegándola hacia mi cuerpo. Ambos jadeados como dos animales desesperados o como si estuviéramos en busca de algo, pero no nos detenemos.