Terrible Error © [TE #2]

Capítulo 10: SuperBlue

BLUE

De acuerdo, entonces después de haber recuperado lo mejor que me pudo pasar en todas mis vidas de existencia (en caso de que la reencarnación sí exista), me llegan con la tontería de que Asher está en la ciudad. No pienso ceder como hice anteriormente, voy a hacer algo al respecto... pero como toda venganza, es algo que se tiene que planear.

Por obvias razones, no quiero preocupar a Jamie con nada todavía, por lo que es un secreto que permanecerá entre los cuatro.

—¿Estamos claros? Ni una palabra a Jamie. —ordeno.

Dylan me mira dubitativo, seguramente no está de acuerdo. Voy a ponerlo en la lista de cosas que no me importan...—Blue, ¿no crees que tiene derecho a saber?

—No. ¿Así que estamos claros? —Dylan suelta un suspiro en agobio, pero los demás me apoyan. Esto es lo mejor para ella, no tiene porqué volver a vivir lo mismo.

Esa misma noche, decido regresar al lugar donde las drogas y el alcohol es algo que sobra. Quizás así pueda tener una idea del paradero de Asher, una ventaja quizás.

Está oscuro y hace frío, intento hacer caso omiso de las paredes mal pintadas y el suelo lleno de líquido que quisiera no saber de qué es, veo a todos a algunos hombres sentados en una mesa jugando póker mientras fuman sus cigarrillos, del otro lado del departamento hay otros hombres tomando cervezas y haciendo apuestas de Dios sabrá qué... el olor a nicotina son lo suficientemente fuerte como para aromatizar la ciudad entera.

—Pero si es Blue, en carne y hueso. —escucho decir. Me doy media vuelta para ver a Joshua parado frente a mí, Joshua fue como mi pequeño representante, el que me ayudo a involucrarme más dentro las carreras de motocicletas y partidos de cartas. —Creí que te habías retirado.

Le dedico una media sonrisa. —Sí bueno...digamos que necesito un favor tuyo.

—¿Mi chico superestrella necesita un favor? ¡Dispara!

—¿Has oído hablar de Asher Barindelli?

Pasa un dedo por su barbilla y finalmente se encoge de hombros. —Escucho demasiados nombres a diario, tengo memoria de pez.

Miro hacia los alrededores esperando a que nadie pueda escucharnos. —Escucha, es un tipo peligroso. Me han informado que está en Boston y necesito saber qué es lo que quiere. —al escucharme en voz alta puedo darme cuenta de la desesperación en mi voz.

—Lo siento, amigo. De verdad quisiera ayudarte, pero, no sé quién sea este tal Asher.

Demonios. —Bueno, si escuchas de él...

—Serás el primero al que le avise. —me guiña el ojo y se retira. Esto será más difícil de lo que pensé, pero si él quiere verme buscará la forma, ¿no?

Regreso agotado a la casa y veo una pelirroja en mi sofá comiendo palomitas con la televisión encendida.

Le dije a Fitz que tenía que avisarme de estas cosas, demonios.

—Hola, pitufo. —saluda sin verme.

Alzo mis cejas del asombro y chasqueo mi lengua tratando de no enojarme por sus niñerías. —¿Disculpa?

—Disculpa no aceptada, pitufo gruñón. —me sonríe, pongo los ojos en blanco y camino hacia mi habitación.

No puedo disfrutar de mi estadía en casa si esa bruja viene cada vez que se le plazca. Como por arte de magia un mensaje me llega, es de Jamie.