Capítulo 5: Algo seguro P.1

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JAMIE

Observo mi presentación en la computadora, para ser sincera no siento ni una cuarta parte de ello. Esto es bazofia, basura... no me parece nada.

Camino bajo la oscuridad en busca del interruptor de la lámpara y tomo la fotografía que no pude ser capaz de tirar. Miro hacia los ojos grises de Blue un momento, no puedo odiarlo.

Debería hacerlo, debería odiarlo.

Sin embargo, permanezco en el mismo sitio que cuando llegue aquí. La fotografía establece un recuerdo feliz y me pregunto... si los recuerdos de verdad se reviven una y otra vez. Algo así como si el todo pasará al mismo tiempo, por ejemplo, yo ahora estoy viendo la fotografía y en el mismo momento mi otra yo estaría posando para la misma.

Es absurdo, tengo pensamientos absurdos cuando no tengo nada mejor que hacer. Debería enfocarme en lo mío, pero no aquí... necesito salir.

Veo mi celular y me doy cuenta de que no tengo ni un solo mensaje, Dios... extraño a Liz. Ella me obligaría a irme a algún antro de alguna parte de la ciudad... ¡lo tengo! ¡Eso voy a hacer! Sé que ella y yo seguimos peleadas, pero necesito un cambio de aires. Le marco a Fitz entusiasmada por la idea, es mi único primo y sinceramente siento que deberíamos pasar más tiempo juntos. Le quiero bastante, si tan solo pudiera contestar el bendito celular.

Fitz ya no es una opción... ¿a quién podría marcarle? Oh, ya sé. No había hablado con él desde que Blue le vomitó encima pero Fabián sin duda es alguien a quien uno acudiría para las fiestas, antes de que pueda siquiera pensar en lo que le diría me llega un mensaje.

"Hola, Alex. ¿Te gustaría acompañarme por unos tragos? Tuve un día del asco."

De acuerdo, se estarán –o quizás no- preguntando porqué Fabián me dijo "Alex", mi segundo nombre es Alexander y lo sé, es un terrible nombre para una chica. Cuando lo conocí en el antro, no le quería dar mi primer nombre, en realidad... no quería darle ningún nombre pero fue el primero que se me ocurrió y aquí estamos. Fue una forma graciosa de conocernos...

Agh, de verdad ya me quiero ir. No hay absolutamente nada interesante que hacer, no tengo idea de cómo Lizzie logró convencerme después de nuestra pelea.

—Deberías animarte un poco —me dice casi gritando. El estruendo de la música y las personas me marea solo un poco.

—Esto no es lo que tenía pensado cuando dije que quería entretenerme

—Chica, no eres una bebe. Vive un poco —sonríe mientras continua moviéndose como Nicky Minaj en Anaconda. —C'est la vie, ya estás aquí... disfrútalo

Ella tenía un punto y uno muy importante, solía creer que hacer éste tipo de cosas me convertían en una "Megan" pero puedo bailar si quiero, no debería sentirme oprimida por ninguna razón.

—Necesito un trago —es todo lo que logro decir, sin duda necesito tomar un buen trago de valentía para bailar en público y eso es exactamente lo que hago. Me acerco a la barra con el corazón latiéndome más rápido de lo que debería, me siento mala haciendo éstas cosas. El mesero me mira esperando a que ordene algo pero simplemente nada logra salir de mis labios. —Uh... yo... uh... —qué vergüenza, no sirvo para éstas cosas

De la nada, alguien se pone a mi lado. —Una paloma cargada, por favor —dice, volteo para mirarlo. Es apuesto, un joven alto y formado, tiene hermosos ojos marrones y cabello castaño casi envidiable pero bien acomodado con cera. De repente reacciono y lo veo sonreírme. ¡No! Creo que se dio cuenta de que lo estaba viendo. ¡Aborta misión, Jamie! —Hola —me dice, maldigo en mis pensamientos y lo vuelvo a ver, sus dientes parecen estar hechas de las perlas más costosas. No le encuentro un solo defecto a éste hombre. —Soy Fabián

Terrible Error © [TE #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora