Gregory
Matt y yo nos quedamos sentados en la silla observando a mis padres salir de la oficina, tras haberse acabado la reunión. No puedo creer que nos estén extorsionando de esta manera.
¡Tenemos que casarnos!
—Creo que mi vida de soltero se acaba —habla mi hermano levantándose y alzó una ceja irónica —Aryana ¿La recuerdas?
—Pensé que me ayudarías a que desistieran—le comento y sonríe. —¡Cobarde!
Me señala la puerta cerrada y me recuerda lo enojado que estaban. Matt no era tan exigente a la hora de buscar pareja, yo era distinto. Siendo gemelos compartimos casi que los mismos gustos, menos las mujeres, una curiosidad que muchos no creen. La experiencia me obliga a tener cuidado a la hora de buscar pareja y no digo que no la haya buscado, pero no he tenido suerte.
Ante mi turbación mi hermano avanza hacia el bar y sirve dos bebidas, mientras yo sigo inmerso en mis pensamientos. Necesito una esposa, pero no cualquier mujer.
—¿De qué manera crees que pueda saber todo de una mujer antes de comprometerme? —ante mí pregunta gira un instante con el vaso en una mano y la botella en otra —gustos, defectos, educación, belleza, manejo de estrés y/o posibles problemas psicológico.
—En la policía sabrás si tienes anotaciones judiciales, que en realidad es lo único que me importaría a mí. Viviendo con ella, observando sus gustos, viéndola recién levantada o en sus días. —comenta de buen humor y me contagia como suele suceder —lo demás Greg, lo haces sonar a casting ¿Recuerdas ese programa en dónde te buscaban pareja?
—¿Cupido... algo? —digo y sonríe —No estaría tan descabellado...
—Eso sería caer bajo, Greg y papá no te lo perdonaría —me dice e ignoro su voz, pues mi mente empieza a buscar dentro quien puede ayudarme "Enrietta" es perfecta.
—Solo estoy buscando una manera correcta de encontrar una mujer —le digo —que tenga todas las virtudes que deseo, para ti es fácil, tienes a Aryana. Yo no he encontrado a ninguna que sea medianamente interesante.
—Si fueras normal, cortejaras como es debido, no la llenaras de lujos y quizás no te vieran como una chequera abultada. —sirve ambos vasos deja uno en mis manos y vuelve a sentarse frente a mí —que es en últimas las razones por las que has terminado con todas a solo días de empezar a salir. Desde Madi, no tienes una relación común y parece que cada vez aumentan tus exigencias.
No le respondo y llevo la bebida a mis labios, mientras contemplo los pro y contras de un programa de esa naturaleza. La publicidad sería buena, aunque no la necesite estaré viendo a la dama sin problemas y veré su comportamiento en vivo. Matt termina yéndose de la oficina al verme inmerso en mis pensamientos y me advierte que lo estoy por hacer es una mala idea.
(...)
—¡No! ¿Me estas escuchando? ¡No! —habla en tono enérgico papá, al descubrirme con los documentos de las mujeres del programa.
No tuve otra opción más que decirle que la idea vaga hasta hace unas semanas se ha materializado. Enrietta me dio la idea perfecta, el programa era solo pantalla porque ya la ganadora sería escogida previamente según los registros entregados por ellas mismas y posterior investigación.
—Papá, me dijiste que escogiera esposa...
—¿Por qué no puedes cortejar como cualquier hombre? —me dice mientras apoya dos dedos en su frente y golpea fuerte— ¿Qué hay de malo en eso? ¿Por qué no puedes salir con alguien? Tienes un maldito año ¡Gregory! —insiste y avanza hacia la salida de la oficina, se detiene sosteniendo el picaporte —Mientras yo sea el dueño de esta empresa, no permitiré que hagas un circo con ella... Espera que muera y luego haces lo que se te dé la gana. ¡Antes no!
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Un Frederick en Apuros
RomanceLibro I Saga Frederick Él vive en la zona más exclusiva de New York y es uno de los herederos del imperio Frederick. Ella en el Bronx, en la peor casa de la zona. Él ha crecido en medio de lujos, viajes, cócteles y mujeres, pero tiene un vacío que n...