—¿Fue tu hermano verdad? quien ten dio todo eso fue Brad—exijo saber y guarda silencio —seguramente te pidió no decirme nada, te va ayudar en todo —insisto y junta las cejas, mientras que sus labios se aprietan —¿Sabes por qué? Porque va a negociar conmigo nuestro matrimonio.
—¡Brad no es asi!
—¡Brad es un criminal! —interrumpo —piensa como uno, actúa como uno y jala el gatillo como uno —continúo diciendo y la veo bajar el rostro —tiene códigos estrictos, sin familia, sin pasado o sin futuro, se vive el presente y se muere por la causa. A los únicos que le deben fidelidad es a los suyos.
—¿Cómo lo sabes? Acaso lees la mente...
—Porque mi bisabuelo creo uno de esos grupos, —le grito enojado — justo el que tiene a tu hermano como uno de sus egresados.
—Vete ... —y se cerró en sí misma.
Se abrazó y acostó dándome la espalda y tuve que salir de allí. Su hermano estaba detrás de todo eso, solo necesitaba saber quién le estaba ayudando y por qué. Pensé que sería más fácil convencerla, es decir ¿Qué mujer no quiere vivir bien sin tener que trabajar nunca? Ni a ella o a mis hijos les haría falta nada, yo estaba dispuesto a darle todo.
Des, sin dudas.
No deseo enojarla han sido dos discusiones en un mismo día y no quiero que tengas problemas con el embarazo. Su estado de salud es precario hacerla enojar es dañar a los bebés y a ella. Estoy demasiado caído con mis padres como para sumarle que Des tuvo un paro cardiaco producto de una rabia que yo ocasioné. Me acerco a recepción a preguntar quién visitó a Des, la persona que le trajo esa maleta, es la causante que cambiara de parecer.
Necesito enviarle un mensaje a quien sea está metiendo sus narices, ante la pregunta que visitas recibió la enfermera empieza a buscar en una planilla. Mientras me dan el nombre del miserable que le dio un móvil último modelo y una gran variedad de ropa. Tomo el móvil y le marco a su hermano, la única persona que de momento se me ocurre que la llene de lujos. La dejo sola en la ciudad, sin dinero y ahora le hace regalo costoso, aquí se cocina algo raro.
—¿Qué hay? —me saluda al descolgar el teléfono.
—Tu hermana no quiere irse conmigo Brady y todo el lujo que tiene en esa maleta, móvil y demás huele a ti —le suelto porque no es mi deseo irme por las ramas. —¿Qué deseas Brady?
No lo conozco mucho, pero sí a los hombres que son sus jefes, no por nada mi abuelo es uno de los fundadores de esa gente. Tienen la facultad de encontrar una oportunidad en la caída o tras pie que uno da, es como si olfatearan nuestros conflictos.
—¿Qué hace pensar que quiera algo Frederick? La has acusado de usar su cuerpo para seducirte —el tono de voz burlón empieza a cabrearme —su maldito exnovio por poco la mata al saber que llevaba tu hijo en su vientre ¿Te das cuenta de lo que le hiciste?
—Su exnovio quería venderla Brady —corrijo—desde donde yo lo estoy viendo ni en sueños tu hermana conseguiría casarse con un hombre como yo y quieres aprovechar esa oportunidad a tu favor. ¿Qué deseas Brady? —vuelvo a preguntar.
La risa escucho del otro lado debería molestarme, pero no es así y miro a la enfermera que parece tenerme respuesta.
—Su novio fue el único que la visitó y una amiga que el mismo trajo. —alzo el dedo índice para que me de un segundo, porque debe existir un error y le advierto a Brad
—Has que tu hermana quiera venirse conmigo Brady, que sea buena chica y en lo posible no me dé problemas —advierto —recuerda quien soy y el gusano que tú eres, tu no me joderás. No te daré nada porque tu hermana no es una mercancía y jamás les pondría un precio a mis hijos.
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Un Frederick en Apuros
RomantizmLibro I Saga Frederick Él vive en la zona más exclusiva de New York y es uno de los herederos del imperio Frederick. Ella en el Bronx, en la peor casa de la zona. Él ha crecido en medio de lujos, viajes, cócteles y mujeres, pero tiene un vacío que n...