Gregory
Cuando le dije a Matt lo que había sucedido con Des en la madrugada, incluido el mensaje y llamada de Jedrek. No lo hice con la intensión que tomara cartas en el asunto. El sacarme de ese lugar no generó en mi molestia, todo lo contrario, me ocasionó diversión. Me sacó de un sitio rodeado de personas, en donde él podía vernos y nos envió a los dos, solos, en un penhouse. Los celos son sin dudas un cáncer, pienso divertido.
—¿Por qué te molesta que intervengamos? —me pregunta cuando estamos bajando por el ascensor. —él no puede jugar con tu seguridad y si siente celos de ti, debería estar lejos. ¡Es un peligro!
—Ella le ha dado ese poder Matt—respondo simplemente, lo que ocasiona que bufé molesto. —es la realidad y no puedo taparla. Mi deber es que esté segura, llevar su embarazo a feliz término.
—Eso no sucederá si Jedrek mete las narices cada que están juntos por celos. —insiste y es mi turno de protestar, apoya una mano en mis hombros presionando mi cuerpo contra las paredes metálicas y me obliga a verlo —No puedes culparte toda la vida por un daño que nunca pasó —habla y mis ojos se encuentran con los suyos.
Una parte de mi un corazón que se dividió en dos, al ser demasiado grande y no entrar en el cuerpo de un solo niño, tuvo que dividirse en dos mitades idénticas, eran una de las tantas respuestas de mi tío Omat, ante nuestra pregunta porque éramos dos y muy parecidos. La otra decía que nuestra alma era muy vieja y no podía estar en un solo cuerpo o que éramos almas gemelas que habíamos logrado vencer todos nuestros obstáculos a través de vidas pasadas.
Por lo que fuera, Matt era el único que tenía el poder de entenderme y calmarme.
—Madison no logró nada... —habla mirándome fijamente —Harris lo impidió ¡Deja de culparte! —sigue presionando con fuerza su mano en mi pecho— Sé que te gusta ese terremoto que llamas Des —continua con burla y apoyo mi mano en la que sostiene mi pecho, mientras las que tenemos libres la apoyamos en la mejilla del otro y juntamos nuestras cabezas. —si te culpas por no creer en Harris, solo recuerda donde lo conociste y haciendo que. —escucho esa dosis de sentido común que sólo él tiene y me calma, suelto el aire aliviado porque esas palabras tienen en mi ese efecto tranquilizador difícil de entender para algunos—llegó a nuestra casa por ti, fue por todo lo que hiciste por él, su familia y hermanos que investigó a esa mujer y que aún lo sigue haciendo. Gracias a ti fuimos salvados, porque de no traer a Harris...no tenemos idea de lo que hubiera sucedido.
—El crédito es todo de Harris, yo pude ayudarle, pero él olvidarlo... Nunca lo ha hecho —le recuerdo y alejamos nuestros rostros —pero comprendo tu punto y lo agradezco. El problema es que ella no ve en mí nada bueno.
—Por qué piensa que ser rico es malo, — me aclara—necesita psicólogo y medicación urgente —sigue apoyando su cuerpo en las paredes del ascensor y sonriendo —en cuanto a Jasón Frederick, nuestro padre no lo culpes eres su adoración...
—¡No me empieces Matt! —le digo empujándolo a un lado lo que hace que su risa se escuche más fuerte.
—No me hace daño, sé que necesitabas se ese cariño y papá también lo vio—aclara y sé que lo dice sinceramente — ¿Tan mal vez que te den una mano?
—Si quisiera ayuda la pediría —le digo revisando el móvil— alejar a Jedrek es fácil, es solo decir quién es y ella no querrá ni oler su mismo aire. —giro mi cuerpo y observo mi apariencia en el espejo arreglo, la corbata está rodada y la arreglo rápidamente. Matt me mira con rostro interrogante, por lo que decido seguir —¿Por qué no se lo digo? —afirma y me encojo de hombros —no sería justo señalarlo por los pecados de su padre, es un buen empleado y ha hecho su trabajo bien...
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Un Frederick en Apuros
RomanceLibro I Saga Frederick Él vive en la zona más exclusiva de New York y es uno de los herederos del imperio Frederick. Ella en el Bronx, en la peor casa de la zona. Él ha crecido en medio de lujos, viajes, cócteles y mujeres, pero tiene un vacío que n...