Capítulo 23

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¡Hola! ¿Qué tal?

Ya sé que tardo en publicar, pero tened paciencia porfa :3

***

«No podemos detener la hemorragia»
«Está perdiendo mucha sangre»
«La perdemos»
«Aún sigo aquí...»
«Sky...»
«¡Sky!»
«¡SKY

Abro pesadamente los ojos, sintiéndome cómo si un gran camión me hubiera pasado por encima.

Una vez.

Y otra.

Y otra vez más.

Lo primero que veo es el techo de una habitación, blanco como la cal. Trato de mover el rostro, cuando siento una molestia en este. Alzo una mano para darme cuenta de que dos tubitos salen de mis fosas nasales.

Miro mis brazos, cubiertos de moratones, con vías intravenosas saliendo de mis antebrazos, y con toda clase de cables más recorriendo mi cuerpo.

Claramente estoy en un hospital.

Todo ha acabado.

Pero... ¿y Kate? La última vez que la vi... ella...

Hago todo lo posible por incorporarme, pero un dolor agudo en mi estómago me detiene, entonces recuerdo el cuchillo atravesando mi estómago.

—¡Sky! —exclama una conocida voz.

Veo a Liam levantarse de un sofá que se encuentra cercano a la cama en la que me encuentro.

—Kate... —susurro. Mi voz suena ronca y pastosa, incluso siento la lengua levemente dormida—. Kate... está...
—Ella... —comienza—. Ella está viva, pero no del todo bien.
—¿Qué quieres decir? —pregunto, algo aliviada por saber que mi amiga está viva.
—Ha quedado inválida.

Mi boca se abre levemente y la culpabilidad se instala en mi alma. Es mi culpa. Todo esto es mi culpa.

—Pero... hay... hay posibilidades de que pueda volver a caminar, ¿verdad? Tiene que haberlas, ¿no? —trato de darme esperanzas aún sabiendo que es muy difícil que ella pueda volver a ser como antes.
—Los médicos no dan demasiadas esperanzas.

Me muerdo con fuerza el labio inferior, tan fuerte que en pocos segundos siento el sabor metálico de la sangre inundar mi boca.

No puedo creer que lo que he hecho, que haya arruinado la vida de tantas personas por mi puto egoísmo.

Soy tan monstruosa como Jeff y Sean.

Quizás debí haber muerto aquel día, que ahora parece tan lejano, quizá debería haber muerto en el tiroteo, al menos dejaría de hacer sufrir a los demás, podrían rehacer sus vidas... podrían...

Entonces un recuerdo llega a mí.

—¿Y Jeff? ¿Y Sean? —inquiero.
—La poli nos sacó a nosotros y a sus propios agentes y luego todo voló por los aires. Hay varios cuerpos calcinados, están identificándolos por sus dientes —explica Liam—. Ellos seguro que ya están en el infierno, seguro, no pudieron haber sobrevivido.
—Sí... —miro por la ventana de esta habitación del hospital en que quiera que esté—. Seguro.

***

Un año después...

—¡Felices veinte Sky! —exclama Kate, moviendo la silla de ruedas con el mando que tiene incorporado.
—Sois los mejores chicos —río mirando la tarta con forma de tarro de Nutella—. ¿Tiene Nutella dentro?
—Obvio que sí —contesta Kate acercando un dedo goloso a la tarta. Le doy un manotazo y acerco la bandeja en la que se encuentra el dulce a mí.
—Es mía —suelto haciendo amago de abrazarla.

Todos reímos felices.

Finalmente identificaron los cuerpos de Jeff y Sean entre los muertos en el tiroteo de la guarida de nuestros secuestradores.

Y este año ha sido increíble. Nada de muertes, ni torturas, ni discusiones, ni nada. Sólo diversión y la vida que siempre deseé y que tanto me ha costado conseguir.

Tocan el timbre del apartamento en el que ahora vivo con Liam.

—Serán los invitados —supone Finn, dirigiéndose a la puerta, y encontrándose con un montón de gente que entra sin siquiera pedir permiso.
—Parece que toda la universidad se ha enterado de que hay una fiesta —comenta Liam.
—Pues no podremos decepcionarlos —le guiño un ojo—. Dale a la música, Cody —exclamo al chico que hace de Dj.

La música comienza, y la gente se suelta con una rapidez asombrosa, tanta que en poco tiempo ya están todos borrachos.

Increíble.

Bailo alegremente con Liam entre la masa de sofocada gente.

—Aún no te he dado mi regalo —me dice al oído, para que pueda oírlo entre la multitud. Saca de su bolsillo una caja alargada, de color rojo. La abre, mostrándome una cadenita de fino oro blanco, con una medallita redonda, que se puede abrir. Al abrirla veo una pequeña foto de todos nosotros; Finn, Kate, Liam y yo, riendo, con expresión de total felicidad.
—Es perfecta —susurro, abrazándolo con fuerza, para luego besarlo lentamente, sin prisa alguna.

Todo es perfecto.

Entonces llega el momento en que algo la caga, y de una manera catastrófica.

Logro oír el timbre en medio de la música y me separo con un puchero de Liam, para dirigirme a la puerta, donde me encuentro con una cajita negra.

La cojo, extrañada, abriéndola y viendo que lo único que hay dentro es una nota.

Una simple nota que me pone la piel de gallina.

Una nota que me detiene el corazón por un instante.

Una nota que provoca que nazca en mí el más terrible de los miedos.

Esto no acaba hasta que yo lo diga, puta, te enterraré con ellos.
Besos.
Tu peor pesadilla.

***

Bueno, ya, sé que es cortito y aburrido, pero algo es algo, ¿verdad?
Además, os prometí no haceros sufrir en este capítulo, por lo que me ha salido esto, lo menos malo posible que he logrado.
En fin, espero que os haya agradado ;)

Editado ✔✔

Angie Al❤nso

Chica mala [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora