Capítulo 26

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¡Hola! ¿Qué tal?
Pues creo que finalmente me voy a poner a ello y aunque no salga me estrujaré la cabeza para terminar de una vez esta novela.
Por lo que... ¡capítulos finales!
Probablemente no haya muchos capítulos más, además iré editando los anteriores, para que quede todo bien y en regla jajaja

***

—¿Nombre completo? —inquiere el comisario.
—Skyler Jane Waters —respondo con calma.
Lo veo teclear en el ordenador, probablemente buscándome en la base de datos.
—Usted tuvo hace un año un incidente... con su padre, ¿verdad?
—Deje de endulzar las cosas. Mi padre me acosó durante meses. Asesinó a varios compañeros míos de la universidad. Secuestró y torturó al  chico que cuidó de mí durante años y que acabó por ponerse de su parte. Me secuestró a mí y a mis amigos y nos intentó matar. Eso fue lo que pasó —espeto duramente. Liam me coge la mano, como intentando tranquilizarme.
—Disculpe... —musita avergonzado el comisario—. ¿Y está aquí para...?
—Poner una denuncia —señalo—. He vuelto a recibir mensajes acosadores y he sido agredida por un sujeto sin identificar.
El comisario se muestra sorprendido.
—No puede ser su padre ni sus secuaces, están todos muertos o encarcelados.
—Lo sé, por eso hay que descubrir quién quiere asesinarme ahora. Pero no cometeré el mismo error, ahora será asunto suyo y... —mi teléfono móvil suena, así que interrumpo mi frase y descuelgo la llamada—. ¿Diga?
—¿Dónde estás? —contesta Kate al otro lado de la línea.
—En la comisaría, denunciando lo que sucedió...
—¡Ven a la universidad ya! Resulta que hay una reunión de alumnado de segundo año para decirnos nosequé...
—¡¿Qué?! —exclamo. Que raro... suelo estar al tanto de estas cosas—. Voy para allá —digo, y cuelgo la llamada, volviéndome luego hacia el comisario—. Tramite la denuncia, nosotros debemos irnos.
—¿Qué pasa? —inquiere Liam cuando salimos del despacho del comisario.
—Resulta que Kate y yo debemos ir a la universidad, ¿me acompañas?
—Claro —me sonríe con calidez y deposita un beso en mis labios. Menos mal que lo tengo a él, a él y a Kate y a Finn... son lo único bueno de toda esta mierda.

No tardamos demasiado en llegar a la universidad, y cuando lo hacemos nos encontramos el aparcamiento del campus extrañamente vacío. Vale, esto es demasiado raro.
—Aquí apenas hay nadie... bueno, entremos a ver —comento, con un nudo en el estómago. Tengo la sensación de que algo malo va a pasar.
Entramos en la universidad y vamos directamente al salón principal, donde se realizan las reuniones de alumnado.
—¡Chicos! —exclama la voz que reconozco como la de Finn justo antes de que entremos en el salón de actos.
—Aquí no hay nadie —suelta Kate, que se encuentra junto a él, en su silla de ruedas, obviamente.
—¿Seguro que no te equivocaste? —sugiero.
—Eh... no... imposible. Recibí un mensaje de la secretaría de la universidad... seguro que debes tener uno también. Me encojo de hombros y saco mi móvil de mi bolso para revisar si tengo algún mensaje...

Secretaría de la universidad:
Señorita Helena Smith, quisiéramos informarla de una reunión para el alumnado de segundo año en el salón principal de la universidad a la que asiste. La reunión será hoy, día 18 de Enero, a las ocho en punto de la tarde.
Un cordial saludo, que tenga un buen día.

Leo el mensaje para mí misma y luego asiento.
—Tienes razón... pues es verdaderamente extraño que no se vea un alma por aquí —bufo. Además de que al ser invierno es de noche, por lo que esto da bastante mal rollo—. Deberíamos pasarnos por secretaría y si no hay nadie... pues irnos.
—Exacto, no merece la pena perder el tiempo. Quizás se hayan equivocado con la hora o el día —añade Liam.
—Bien, pues vamos —nos alienta Finn, y todos nos dirigimos hacia la secretaría. El nudo en mi estómago se hace aún más grande. Realmente creo que todo esto es muy extraño... ¿y si formara parte del jueguecito de mi nuevo acosador...? Diablos.
En cuanto llegamos a secretaría, la encontramos tan vacía como el resto del instituto.
—Tiene que ser una broma, he venido a aquí para nada —mascullo con molestia.
—Ya... pues nada, habrá que irse entonces —suspira Kate, y cambiamos el rumbo para ir hasta la puerta principal y así salir de la universidad. En cambio, cuando intentamos abrir la puerta... simplemente no se abre.
—Joder, esta puta mierda no se abre —gruñe Liam, tirando más fuerte.
—¿Se habrá quedado trancada? —suelta Finn, y se pone a ayudar a Liam a intentar abrir la puerta, mientras que yo le lanzo a Kate una mirada de nerviosismo. Esto no me gusta un pelo.
—Por mucho que lo intentéis no conseguiréis abrirla —espeta una voz con burla a través del altavoz que se encuentra en el techo, de esos típicos para transmitir información a los alumnos y profesores—. Ahora estáis aquí encerrados... a mi merced —puedo escuchar una ronca carcajada y aprieto los puños con rabia. Esa voz... se me hace extremadamente familiar.
—¡MALDITO HIJO DE PUTA! —grito con rabia.
—¡¿QUÉ QUIERES DE NOSOTROS?!—grita Liam, agarrándome la mano con fuerza. Puedo apreciar como su rostro está rojo por el enfado.
Dejad de gritar, sois molestos... —se queja la voz a través del altavoz—. Pues quiero... mataros.
—¡Que te jodan! —grita Finn. Se le ve furioso y preocupado, y no se separa de Kate ni un milímetro.
Nos vemos pronto chicos —finaliza la voz, y un irritante pitido provoca que tengamos que taparnos las orejas con las manos.
Cuando el pitido cesa, levanto la vista para mirar a mis amigos, con preocupación, angustia y enfado.
—Esto no puede estar pasando otra vez —gimotea Kate, pasándose una mano por el rostro, a punto de llorar.
—Tranquila, amor, saldremos de esta, ya lo hemos hecho antes... —trata de calmarla Finn.
—La última vez acabé inválida... esta vez acabaré muerta —escupe Kate, ahora está muy enfadada. Creo que en realidad sólo intenta no derrumbarse justo ahora.
—No digas esas cosas Kate —me acerco a ella y me agacho para darle un beso en la cabeza.
—Tenemos que salir de aquí —toma la palabra Liam—. Tiene que haber más puertas... quizás la salida de emergencia...
—Tienes razón, vamos... —freno en seco cuando todas las luces se apagan. No veo absolutamente nada, ya que al estar en invierno y ser pasadas las ocho de la tarde la única luz que nos alumbrada eran los fluorescentes del pasillo.
—¿Estáis bien...? —empieza a preguntar Liam, pero el grito de Kate le interrumpe.
—¡KATE! —gritamos todos, aunque sólo nos responde el crudo silencio.

***

Espero que os haya gustado el capítulo, ya falta poquitín para que acabe :) A ver si os la termino de una vez por todas que si no acabaréis localizándome y viniendo a matarme jajajaja

Editado ✔✔

Angie Al❤nso

Chica mala [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora