Chica mala [Finalizada]

Capítulo 10

¡Hola! ¿Qué tal?

E aquí el capítulo 10 de Chica Mala.
Espero que os guste

Ya podéis leer el capítulo.

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—Oh no, no, no... —exploto en llanto, al tiempo que doy vueltas de un lado a otro con el móvil de Sean apretado contra mi pecho.
—Skyler... Sky, tranquilízate —trata de calmarme Liam.
—¿Qué me tranquilice? —repito con voz temblorosa—. ¡¿QUÉ ME TRANQUILICE?! La única persona que veló por mí estos cuatro años, la persona que dio todo para que pudiera estudiar una carrera y ser una chica normal... ¡Está en manos de un psicópata! —grito furiosa y destrozada.
—Lo encontraremos —asegura.
—¿Lo encontraremos? ¡CÓMO! Sólo tenemos su móvil...

Parece que va a decir algo pero luego mira a su alrededor y se queda en silencio. Hace un gesto hacia la puerta.

—Vamos a dar un paseo —dice. Lo miro sin entender, pero le hago caso.

Salimos del cuarto y caminamos a paso rápido por los pasillos. Finalmente llegamos al campo de Lacrosse. Echa un vistazo para asegurarse de que no hay nadie.

Miro a Liam con gesto interrogativo.

—Quien está haciendo todo esto sabe perfectamente todo lo que hacemos, tus horarios, cuando estás y cuando no en la habitación, tus amistades... —comienza—. Eso quiere decir que tiene algún espía dentro de la universidad, además de cámaras para vigilarte.
—Tienes razón... —asiento, limpiándome las lágrimas y tratando de calmarme para poder pensar con claridad.
—Hay que descubrir al espía.
—¿Y cómo mierda hacemos eso? ¡Hay miles de personas en esta maldita universidad! —exclamo, alzando las manos con exasperación.
—Piensa Sky... —pide Liam. Suspiro—. Quien hace esto, o bien infiltró a alguien en la universidad o escogió a alguien a quien no le caigas bien —dice—. Así que tenemos que hacer dos listas, una de las personas recientemente nuevas aquí y otra con las personas que te odian.
—Cierto... —pienso—. Pero para averiguar las personas nuevas aquí, tendríamos que colarnos en el despacho del director y buscar en su ordenador los archivos de los nuevos alumnos o trabajadores. Tras eso deberíamos hacer fotocopias de los expedientes de cada uno y elegir a los posibles espías —digo todo esto tan rápido que Liam frunce el ceño confuso—. Da igual, tu ven y cúbreme las espaldas.

***

—Ya son las doce pasadas de la madrugada, así que no hay nadie más aquí a excepción de algún que otro limpiador —susurra Liam.
—Bien... Pues sólo nos queda conseguir la llave del despacho del director.
—Eso está fácil... hablaré con Trudy —comunica.
—¿Trudy? —repito, confusa.
—Es una limpiadora... amiga mía —se aclara la garganta.
—¿Amiga? ¿Cómo de amiga? —los celos nacen inconscientemente en mí. Sí, los celos, incluso en esta situación puedo llegar a tener estúpidos celos.
—Bueno... alguna que otra vez compartimos saliva y demás... —lo miro con cara de pocos amigos—Sky... —aguanta la risa, y alzo las cejas en desconcierto—. Trudy es lesbiana —ríe por lo bajo, y yo le doy un golpe un poco más fuerte de lo adecuado en el brazo, provocando que gima de dolor.
—Vete a buscar a Trudy y cierra el pico —ordeno.

Él se aleja negando, divertido, con la cabeza.

Espero a que vuelva reuniendo toda la paciencia del mundo.

Al fin llega Liam jugueteando con una llave, va tan despreocupado que me dan ganas de darle una colleja.

—Por lo que veo Trudy te dio la llave —comento, extendiendo una mano para tomar la llave.
—Exacto... y sólo me costó una cita.
—¿Una cita? —frunzo el ceño-. ¿Pero no era lesbiana?
—Sí, por eso, quiere una cita contigo.
—¡¿Qué?! —escupo, abriendo los ojos de par en par.
—Vamos abre la puerta, que es para hoy.