¡Hola! ¿Qué tal?
Aquí tenéis el capítulo 13 *aplausos*
Como siempre, espero que os guste muuuchoo.
Ala a leer.***
Gritos. Son lo único que se escucha a mi alrededor. Gritos de terror y dolor, gritos de mujeres, hombres y niños inundan mis oídos, provocando que quiera tapármelos con las manos para acallar esos desgarradores sonidos.
Trato de abrir los ojos pero mis párpados parecen estar en mi contra ya que se niegan a seguir mis órdenes.
Me duele todo el cuerpo y por mucho que intento moverme no lo consigo.
Querría saber qué está pasando, pero ninguna de las partes de mi cuerpo están de acuerdo conmigo, así que me limito a quedarme completamente inmóvil, esperando que alguien me ayude, sin embargo los demás ya tienen suficientes problemas como para ayudarme a mí... o no.
—Vaya, vaya Skyler... no se te ve muy bien que digamos —suelta una voz que me resulta muy familiar.
De mis labios solo sale un sonido inteligible, mitad quejido mitad sollozo.
Alguien me agarra y me lleva medio arrastras a otro lugar. Quisiera poder contar qué pasó después, pero lo último que recuerdo es una risa terriblemente familiar y que hace que todos mis sentidos se pongan alerta...
***
« —Skyler, hija, no debes mostrar miedo o debilidad nunca, porque de eso se aprovecha la gente para hacerte daño.
—Pero, ¿y cómo se hace eso mamá?
—Pues pensando en algo bonito, algo tranquilizador, algo que te dé fuerzas para seguir luchando... un ancla.
—¿Y cuál es tu ancla?
—Tú. »Abro los ojos y me incorporo, alerta. Hacía mucho tiempo que no soñaba con mi madre... lo único que soñaba de ella era su muerte, repetida una y otra vez en mi cerebro como una cinta estropeada.
Miro a mi alrededor, esperando encontrarme con una habitación de hospital... pero no. Lo único que veo es oscuridad, pura y cruda oscuridad.
Trago saliva y flexiono las rodillas, llevándolas hasta mi pecho. Me aprieto las sienes y cierro los ojos, tratando de recordar que ha pasado... entonces todo viene a mí como un torbellino.
El hospital, Sean advirtiendome, Liam, la carta, el regalo, la bomba, la voz...
Joder, ¿dónde estoy ahora?
Palpo a mi alrededor intentando saber en donde estoy. Mis manos hacen contacto con un colchón, acto seguido con algo húmedo... sangre. Me muevo ligeramente y me pongo de pie, comienzo a caminar, tocando todo a mi alrededor para hacerme una idea de donde estoy. Desde pequeña siempre he temido a la oscuridad, pero como una vez me dijo mi madre, si piensas en algo tranquilizador, algo que te inspire a seguir luchando, el miedo se va a segundo plano.
Mi conclusión tras haber recorrido toda la estancia en la que estoy, es que es pequeña y construida con cemento, solo hay una cama, manchada de sangre, y está sucia, muy sucia a juzgar por el fuerte olor a orina y excrementos. Puedo oír leves gruñidos, ratas. Hay una puerta, pero ya he intentado abrirla y está cerrada con llave desde fuera.
—¿Quien mierda me ha traído a aquí...? —susurro, más bien para mí misma.
Entonces, como si alguien me hubiera oído, una cegadora luz llena el cuarto, mostrándome las cosas que previamente había notado por el tacto. Sin embargo, verlo es mucho peor. Esto da verdadero asco.
Oigo una llave girar dentro de la cerradura y rápidamente me vuelvo hacia la puerta retrocediendo cautelosamente hasta que mi espalda choca con la pared.
Entra un chico... un chico con un pasamontañas.
Sin darme tiempo a reaccionar me golpea con fuerza en la cara, partiéndome el labio.
—¡¿Que coño haces?! —grito, recibiendo otro golpe, esta vez en el estómago. Todo el aire se escapa de mis pulmones, provocando que tosa. Un puñetazo se dirige a mi nariz. Noto la espesa y caliente sangre derramarse de esta, genial, me la ha partido.
Antes de que me vuelva a pegar le propino una buena patada en sus partes bajas. El individuo gruñe y me golpea tan fuerte en la sien que caigo al suelo, sintiendo como si todo el mundo gire.
El tipo se quita el pasamontañas mostrando al gilipollas de Jake con el ceño fruncido.
—Veo que no has cambiado bebé —dice. Me agarra del pelo y tira tan fuerte que juro que sentí como si mi cuero cabelludo fuera arrancado. Me levanta del gélido suelo a tirones de pelo y me obliga a mirarlo-. No tienes ni idea de en lo que estás metida -sonríe, provocando que se me revuelva el estómago. Le escupo en el rostro ganándome un rodillazo en el ya anteriormente dañado estómago.
Gimo de dolor y él aprovecha para inmovilizarme.
-Por qué estoy aquí -exijo, ignorando las punzadas de dolor que recorren mi cuerpo-. ¿Fuiste tú? ¿Fuiste tú el que me ha mandado todas esas cartas? ¿El que ha atormentado mi vida todo este tiempo?
Sonríe de nuevo, una amplia sonrisa que hace que quiera pegarle un puñetazo. Eso sería fácil si no me tuviera inmovilizada.
—No, muñeca. Yo solo soy un ayudante más, siempre tuvo un repuesto, siempre cubrió todo de manera que su plan no fallara, siempre estuviste vigilada, todos tus amigos fueron observados, lleva mucho tiempo preparando esto para hacerte pagar.
—¿Quién? ¿Quién hace todo esto? —pregunto incrédula.
—Descúbrelo por ti misma —finaliza, lanzándome al suelo como un trapo sucio.La puerta se abre de nuevo y la persona que tanto daño me ha causado la cruza, haciendo que algo se remueva en mi interior, haciendo que lágrimas de miedo y sorpresa empañen mis ojos. No puede ser, esto no es posible...
***
¿Qué os pareció?
Halaaaa a esperar hasta el próximo capítulo para saber quien es él/la acosador/acosadora de Sky.
Porfaa si os gusto el capítulo votad y/o comentad,¡¡no me seáis lectoras/es fantasmas, eh!!
PDT: Sólo quería agradecer a todas las personas que leen mi novela, en serio es muy importante para mí y me hace super feliz que mi trabajo sea apreciado por otras personas.¡¡Besoos a todos aquellos fans de Chica Mala, sois los mejores!!
Editado ✔✔
Angie Al❤nso
ESTÁS LEYENDO
Chica mala [Finalizada]
Teen FictionSkyler Waters es una joven que ha tenido una violenta y difícil infancia, por lo tanto se ha dejado llevar por los impulsos y la rabia, yendo a parar a un mundo totalmente diferente que la llena de adrenalina y diversión. Pero ella no entiende que e...