ICE PRINCE [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]

Capítulo 23

—No es justo.

—Oh no, créeme que es lo justo y necesario. De ninguna manera te dejaría las riendas del caballo.

—¿Por qué?—me quejé alargando la última letra. Parecía niña haciendo rabieta pero quería conducir el caballo y Sunoo no me dejaba.

Sí, nunca había andado a caballo en mi vida y el primero que monté se me escapó, pero aún me quedan dos intentos. Dicen que la tercera vez es la vencida.

Si no hacia el segundo intento y lo perdía de nuevo nunca llegaría al tercero donde ya lo puedo manejar bien, ¿no?

Bueno no, pero digamos que si.

—Si dejo que lo manejes seguro acabamos varados y desorientados en medio del bosque y sin forma de llegar a algún lado con rapidez.

Me indigné de que pensara tan mal de mi experiencia con caballos pero me indignó aún más que tuviera razón.

—Eso no lo sabes. Puede que yo lo sepa conducir tan bien que lleguemos al castillo en un cerrar y abrir de ojos—me crucé de brazos.

Existen los milagros, ¿no?

—Noona, antes de salir me dijiste que no sabias manejar un caballo.

—A ver, ¿entonces tu si sabes?

—No, tampoco—dijo y percibí que lo dijo con una sonrisa.

No podía verlo pero es increíble como puedes percibir la expresión o el ánimo de una persona simplemente con su voz.

—¿Cómo que no? ¡Entonces estamos en las mismas!

Negó.

—Al menos yo he tenido más contacto con caballos, así que sé cómo llamar su atención y dirigirlo. Mi padre tenía un establo pero al mudarnos tuvo que venderlo. Así que, aunque no haya manejado un caballo, al menos si he montado uno.

Recordaba eso, que se habían mudado porque no querían seguir a Sunghoon. Es decir, en un principio yo hubiera pensado lo mismo, pero ahora no estaba tan segura. El chico no era todo aquello de lo que decían. Podía ser inexperto, pero no un tonto. Podía parecer despiadado e indiferente, pero en realidad sí se preocupaba por los demás, a su manera, pero lo hacía.

—Sunoo-yah.

—Dime.

—¿Qué piensas del príncipe?—pregunté.

Hace tiempo quería saber lo que pensaban sus súbditos.

—Mmm —lo pensó por unos segundos—. Que es una persona egoísta y cruel. Todavía recuerdo cómo te amenazó aquel día y básicamente me echó del palacio.

—Ah, ya veo—respondí.

Sus súbditos no confiaban en él, eso era seguro. Todos tenían una mala impresión del chico todo por aparentar ser alguien que no es.

Los guardias, sus ciudadanos distribuidos en diferentes provincias, incluso los de otras provincias.

Puede que no lo conozca desde hace mucho, pero por lo poco que he observado no parece lo que todos creen.

Yeji y Jake obviamente hablarían bien del chico, son su hermana y mejor amigo.

El único que hablaba bien de, Sunghoon, que no fuera su relativo era el señor Lee.

Puede ser porque lo conoce desde pequeño.

—¿Por qué lo preguntas?

—Solo quería saber que pensaban los demás de él.