Capítulo 32

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Caminé más rápido y cuando di la vuelta en un pasillo casi se me sale el corazón del susto.

El chico se sobresaltó también.

“¿Ves? No era nada, solo eras tu y tu miedo” me repetía en mi cabeza.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó Jake.

Tengo que tragarme mi orgullo y las ganas de decirle “¿cuál es tu problema?”. Cada vez que hablaba con él me respondía de mala gana y no entendía por qué. Yo nunca lo había tratado mal o hecho algo, sin embargo siempre me respondía de esta manera.

—Dos razones: para entregarles a ti y a Yeji la invitación a la fiesta que organizó Sunghoon para sus ciudadanos y para solicitar tu apoyo en la misma y fungir como guardia personal del príncipe.

No quería seguir hablando más con él así que saqué el sobre, se lo tendí y me di la vuelta sin escuchar una respuesta suya.

—Si buscas a la princesa ella se encuentra por allá—comentó y me señaló el otro extremo del pasillo.

Carraspeé, asentí y me fui en esa dirección. No sin antes confirmar que sí estaría como guardia personal.

Le di la invitación a Yeji, quien eufórica saltó y me abrazó, feliz de poder volver a ver a su hermano.

La chica era eficiente, de inmediato se puso a buscar entre los decoradores y músicos del palacio y a los minutos ya tenía todo listo para la siguiente semana. Los decoradores comenzarían a llegar al siguiente día para tomar medidas y pensar en un arreglo adecuado y los músicos buscarían un repertorio de música clásica de ambiente.

—¿Ya sabes que te pondrás? —me preguntó.

“¿Acaso es eso lo más importante?” Pensé.

Asentí, aunque en realidad aún no sabía que usaría, porque si le decía que no eso significaría varias horas más en el lugar y debía regresar al palacio además de que Sunoo seguía esperando afuera.

No le comenté nada sobre lo que había sucedido en el castillo de hielo, no creí que fuera conveniente justo ahora. Pero estaba segura de que pronto se enteraría, ella había mencionado que tenía informantes allí. Probablemente después nos reclamaría no habérselo contado, pero prefería que estuviera tranquila por el momento.

Regresé cuando el sol se estaba ocultando, Sunoo insistió en acompañarme hasta el palacio pero no quería que regresara solo hasta su casa caminando y como yo tenía las riendas del caballo no le quedó de otra más que resignarse.

Cuando pasé las murallas del castillo vi a Sunghoon caminando de un lado a otro en el área de entrenamiento.

Me recosté en un poste con los brazos cruzados. Me divertía lo ansioso que se veía.

¿Qué lo tenía tan inquieto?

No podía estar preocupado por mi, ¿o sí?

—¿Se te perdió algo? —pregunté tratando de disimular que me causaba gracia.

El chico dio un salto en su lugar al darse cuenta de que no estaba solo.

Dulce venganza.

Aunque no había sido intencional.

—Regresaste—respondió y de pronto su semblante se suavizó.

—¿Acaso estabas preocupado por mí?—dije en broma.

—Claro que no—respondió—. Siempre hago un recuento de todos los caballos del castillo y me hacía falta Misty.

Se acercó y acarició la yegua que me había dado para montar desde el primer día que salí a caballo.

ICE PRINCE [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora