Corría con rapidez a través del bosque.
Recuerdo que fue ahí mismo donde lo conocí.
Mientras los guardias buscaban como locos en cada rincón del palacio, el señor Lee ya incluso sabía hacia dónde había ido el chico.
Cuando ellos se fueron yo me puse a inspeccionar la habitación, en busca de alguna señal que me indicara cómo había salido del lugar o algo que me diera alguna pista de a dónde podría haber ido. Fue entonces que encontré su salida de escape. Había un pasadizo oculto detrás del retrato familiar y para mi suerte, la puerta no se había cerrado bien.
Iluminé el camino de gradas con una pequeña flama y al llegar hasta el final de este, me di cuenta que el pasadizo conducía a la cocina.
Ahí encontré al señor Lee y me dijo que había visto salir al príncipe, por la misma ruta por la que yo había entrado la primera vez, la que daba justo a las afueras de las murallas del palacio. Que su rostro se veía pálido y se veía débil, pero que no lo detuvo porque no era su lugar hacerlo y no quería molestarlo.
Si solo él y yo sabíamos de su paradero y el señor Lee no podía ir, debía ser yo quien fuera tras él. En ese estado podía desmayarse en pleno bosque o si alguien lo encontraba y lo reconocía sería su fin. Muchas personas lo querían muerto debido a la leyenda, pero irónicamente, yo no me encontraba entre ese grupo, aunque se supone que debería, ya que según aquella historia, nosotros dos éramos enemigos.
A este punto no entendía qué rumbo estaba tomando la historieta, pero esperaba que aquella leyenda no fuera cierta, que hubiera otra opción. Simplemente no me veía haciéndole daño al chico, o a nadie en realidad.
Si no me preocupara no estaría corriendo como loca tratando de encontrar a un príncipe encapuchado pálido y a punto de desmayarse. Y no es que estuviera exagerando. Por la descripción que me había dado el señor Lee del semblante del chico dudaba que fuera a durar mucho antes de perder la conciencia.
No entendía que le sucedía y tampoco es que quisiera preguntar, porque sé que no me lo contaría. Evadiría mi pregunta o simplemente no respondería, estaba segura.
¿Tendría alguna enfermedad grave? ¿Por qué de pronto se ponía en aquel estado?
El recuerdo de la vez pasada que me quedé en su habitación vino a mi mente. Él estaba ardiendo en fiebre y sudaba. Estaba dormido, pero sus ojos se movían de un lado a otro, como si su sueño estuviera siendo perturbado.
¿Qué era lo que ocultaba a los demás?
Tras una búsqueda desesperada y de haberme perdido en el bosque—se suponía que solo tenía que seguir una línea recta para encontrar su escondite donde solía recluirse, pero los árboles se interponían en mi camino y al final me extravié—lo encontré sentado con la espalda recostada en un árbol y los ojos cerrados.
Ni siquiera había logrado llegar a su destino.
Me asusté porque pensé que había muerto o que alguien lo había matado, porque no se movía. Pero cuando me acerqué y escuchó mis pasos abrió a penas los ojos.
Sentí un alivio al verlo consciente, quizá no completamente bien pero al menos despierto.
Luego recordé que si la leyenda debía cumplirse al pie de la letra, no moriría aquí ni ahora y eso me reconfortaba.
—¿Qué haces aquí? —preguntó débilmente.
—No gastes tu energía en hacer preguntas innecesarias, regresemos al castillo—dije y me acerqué dispuesta a ayudarlo a ponerse de pie, pero levantó un brazo y lo puso frente a mí indicándome que me detuviera.

ESTÁS LEYENDO
ICE PRINCE [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]
FanfictionHabía una vez un príncipe encerrado en una castillo de hielo, que necesitaba ser salvado, de lo contrario, la hipotermia de soledad acabaría con él. Pero de lo que no se había percatado, era que él mismo se había encerrado allí. La llave se había pe...