Capítulo 29

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Observaba desde lejos a los guardias prepararse mientras caminaba hacia la entrada.

Por las veces que había visto entrenar a los chicos parecía que poco a poco se estaban acostumbrando e incluso se veían diferentes, más alegres y entusiasmados.

Más tarde pasaría a verlos entrenar.

-¡Noona! -gritó sonriente Sunoo desde lejos.

Lo saludé con la mano.

-¿Entonces si harán la fiesta?-me preguntó cuando llegó hasta donde estaba y yo asentí. Había venido al castillo para verme.

-¿Recibieron la invitación?

-Mi mamá y mi hermana no paran de dar vueltas pensando en qué se pondrán-negó y se río.

Me reí también. Eran todo un caso, especialmente su mamá.

-¿Y tú? -pregunté.

-Creo tener un traje por ahí-le restó importancia-. ¿Y tú Noona? ¿Ya sabes qué te pondrás?

La verdad ni lo había pensado, mi mente estaba en cualquier otra cosa menos en mi apariencia.

-Ya encontraré que ponerme-respondí mientras me encogía de hombros.

Usaría lo primero que encontrara y listo, no había razón para esmerarme tanto. Nunca lo había hecho de todas formas. Simplemente compraba y usaba lo que creía que combinaba mejor y que me gustaba. Mientras lo que usara me gustara para mi era suficiente.

-De ninguna manera. Es una fiesta, no todos los días se organiza una y menos que la lleve a cabo el príncipe gruñón-comentó y me reí con el adjetivo que uso para describir a Sunghoon-. ¿Y si vamos a la provincia principal del distrito de la naturaleza? Estoy seguro que tendrán ropa adecuada para la ocasión.

No tenía nada más que hacer, así que supongo que no perdía nada yendo a ver. Bueno, solo perder el tiempo en caso de no escoger ninguno.

-Esta bien, pero si al cabo de dos horas de estar viendo atuendos no me parece ninguno regresamos-respondí.

Sunoo asintió emocionado.

Avisé a los guardias que saldría y pedí un caballo, el cual, de nuevo, para mi desgracia, no me dejó manejar Sunoo.

Al llegar a la provincia pude notar la diferencia con los demás pueblos o villas, definitivamente se veía más urbanizada y moderna. Había tiendas de diferentes cosas, e incluso había una gran plaza con varias fuentes y un jardín, aunque era una pena porque cada quien iba por su camino sin detenerse a observar el hermoso parque lleno de flores y árboles.

Cualquiera podría distinguir de lejos que era el distrito de la naturaleza.

Se respiraba un aire fresco y limpio, nada que ver con la ciudad donde vivía.

Este mundo ficticio, con un ambiente libre de contaminación sería como un paraíso para cualquiera. Si tan solo todos en el mundo real fueramos conscientes de cuánto daño le hacemos al planeta y tomáramos medidas drásticas para prevenir daño futuro y mejorar la situación actual, la Tierra no pediría a gritos un respiro.

-¿Qué te parece aquella tienda? -señaló una con una fachada exageradamente ornamentada, tanto que podría muy bien parecer una construcción de la época Rococó. Aunque debía de admitir que se veía elegante, algo me decía que los precios no serían igual de agradables.

Dicho y hecho, bastó con ver el costo de un solo vestido para descartar aquella tienda. No escaseaba en recursos pero quería administrar lo que tenía sabiamente y me parecía que gastarlo innecesariamente en un vestido costoso que nunca en mi vida volvería a utilizar no me parecía buena decisión.

ICE PRINCE [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora