Narrador omnisciente
Podía haber perdido la batalla, pero no perdería la guerra.
Además, no todo había sido en vano.
Uno de sus enemigos había salido herido y podía aprovechar esa oportunidad.
“Ve y acaba con tu trabajo” le dijo a su subordinado.
“Pero —” objetó.
“¿Me estas desafiando?”.
—No estas aplicando suficiente magia. Aún es consciente. Hazlo bien, o ya sabes las consecuencias—. Reprendió a la hechicera.
La mujer apretó los puños y la mandíbula, haciendo lo que se le ordenaba, soportando la agonía que le producía realizar aquellos hechizos y lamentando en el fondo no ser capaz de detener todo esto, de tener que obedecer las órdenes de ese ser despreciable y simplemente observar cómo aquellos chicos sufrían por sus acciones, especialmente ella.
—Ordénale que acabe con la chica.
No quería hacerlo, pero no tenía opción.
Aún así, sabía que saldría de esta, confiaba en que sus amigos no dejarían que nada le sucediera.
Veía la escena a través de sus ojos. Comandaba que moviera sus pies y se acercara al lecho donde ella yacía convaleciente. La habían dejado sola por un momento, para que pudiera descansar mientras ellos pensaban en una solución, entonces ésta era su oportunidad para actuar.
Se acercó con pasos lentos, tratando de ganar tiempo para que alguien llegara y tuviera la excusa perfecta para poder detener a quien estaba controlando. De todas formas, su opresor no tenía forma de saber cuánto estaba demorando o qué estaba haciendo en realidad.
Sus súplicas fueron escuchadas.
Cuando su mano se encontraba a unos pocos centímetros del arma, las puertas dobles se abrieron y se vio obligada a detener su fechoría.
Ella suspiró aliviada de no tener que cometer aquel acto y le comunicó al hombre que no podría llevarlo a cabo. Sabía que no se daría por vencido pero al menos había logrado retrasar el momento.
Al utilizar su magia ordenó que se escondiera y escapara mientras nadie veía.
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La chica llegó corriendo a la habitación del príncipe, donde estaba recostada su amiga, inconsciente.
—¡Unnie! ¿Por qué...? ¿Cómo...? ¡Alguien que me explique! — Exigió la princesa y el menor del grupo le dijo lo sucedido. Luego el mayor procedió a explicar el asunto del arma.
—La daga tiene un hechizo, aunque la saquemos, que no es lo más recomendable porque sólo haría que se desangrara, el hechizo ahora está en su cuerpo.
—¿Y qué tipo de hechizo es? — Preguntó Sunoo con preocupación latente en su voz.
—No hay forma de saberlo, solo una hechicera podría decirlo.
Mientras tanto, el príncipe se había quedado sentado al lado de la guerrera de fuego, sosteniendo su mano y pensando en alguna solución.
—Pero no se ha visto ninguna en años—. Respondió Jungwon.
—Precisamente es eso lo que complica las cosas ya que ellas son las únicas que podrían remover el hechizo. . —explicó Heeseung.
—No puede ser, ¿Quieres decir que no hay solución? ¡Debe haber alguna! — Dijo Yeji.
Entonces Sunghoon se fijó en algo y se acercó a la chica. Notó un brillo intermitente lento en su cuello, que provenía de su collar. Eso tenía que significar algo ya que no estaba antes.
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ICE PRINCE [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]
FanficHabía una vez un príncipe encerrado en una castillo de hielo, que necesitaba ser salvado, de lo contrario, la hipotermia de soledad acabaría con él. Pero de lo que no se había percatado, era que él mismo se había encerrado allí. La llave se había pe...