El abuelo Sullivan volaba sobre el inframundo y sus rincones en busca de su nieto adorado. Llevaba ya un tiempo buscando y no había rastro de su Iruma. Pasó volando sin saber que cerca de donde estaba, su adorable nieto se encontraba en una cueva con un interior similar al de una casa muy elegante.
—Azz,¿Estás mejor?— Dijo Iruma preparando un té con las hierbas que había recolectado cerca hace algunos instantes.
—S-si...— dijo Asmodeus avergonzado. Mientras veía como Iruma lo atendía como si de una esposa se tratara. Al mismo tiempo, Ali estaba fuera del anillo sentado frente a Asmodeus, observándolo cuidadosamente.
—¿Entonces tu eres Ali?— preguntó nervioso
—si, soy el más cercano a Iruma. Mi señor y amo— dijo Ali sólo para molestar a Asmodeus.
—No es cierto, yo soy el más cercano e íntimo a Iruma, tanto así que el será mi esposa y yo seré su fiel compañero cuando sea Rey demonio— exclamó firme y con un sonrojo en su cara.
Iruma sólo dió un brinco y se cubrió la cara de vergüenza. Se había imaginado a él atendiendo a Asmodeus así todos los días de su vida. Estando a su lado, compartiendo momentos, dándose amor y aprecio, sin embargo, había algo que llegó a su mente. “los humanos no viven lo mismo que los demonios”. Había leído libros donde la esperanza de vida de un demonio variaba según su tipo de demonio, sin embargo, todas oscilan arriba de los 150 años. No quería que Asmodeus sufriera después de su muerte, pero ya era tarde, los sentimiento de ambos habían empezado a brotar hasta el punto de desbordarse.—Iruma... ¿Se encuentra bien?— dijo Alice tomándolo de la mano, había estado así ya por unos minutos mientras Asmodeus y Ali peleaban.
—Si, estoy bien, sólo pensaba...— dijo con la cabeza agachada.
Asmodeus y Ali dejaron de pelear al instante.
—Aquí tienes Azz— dijo dándole el té.
—Gracias Iruma, por favor, llámame Alice— dijo dándole una sonrisa que hizo saltar el corazón del pequeño humano.
—Entonces... ¿Cuándo nos vamos de aquí?— preguntó Ali interrumpiendo el momento.
—¡Es verdad! Mi abuelo ha de estar muy preocupado.
—Perdón... Todo esto es mi culpa.
—No te culpes Alice, desde un inicio supe que no actuabas como tú, algo te pasó y eso es también algo que me preocupa.
—Entiendo... Eres radiante Iruma, siempre preocupándote por los demás antes que por ti, te lastimé y aún así me consuelas— dijo casi llorando Alice.
—Alice... Yo te amo, lo que hice, fue para que reaccionaras, tenia que correr el riesgo pero valió la pena.Mientras tanto, Clara y los demás veían si ya era factible salir del traje especial de Clara, está se estaba aguantando las extremada ganas de jugar, ya que de hacerlo, sus amigos perderían su maná.
¿Color de ojos? ¿rasgados, pequeños, grandes o circulares?
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Mi señor Iruma
FanfictionDespués de tantos sucesos en la vida de Asmodeus Alice desde que un ser angelical llamado Iruma llegara a alegrar sus días, convirtiéndose en su fiel sirviente anhelando ser la lanza del joven de ojos azules al que considera amo y señor de el mismo...