capitulo 14

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Durante 2 días no habían encontrado rastro alguno de Asmodeus e Iruma. Todo la clase anormal estaba callada, cosa que aunque le gustara a Kallego también le preocupaba, pues incluso ya extrañaba que Valac hiciera alguna tontería.
En el bosque, en aquella cueva, Iruma estaba mirando a Azz de manera extraña. No sabía que decir o hacer. Azz tenía un gran animal el cuál estaba asando.
—Iruma, he preparado un platillo rústico pero creo que será de su agrado— dijo cortando un pedazo del animal. Su mirada seguía igual.
—hey, chico— le susurró Ali en el oído a Iruma —Creo que tengo una idea de lo que le pasa, pídele algo. Quiero ver qué hace— dijo cuidadoso de no ser visto por Asmodeus.
Cabe destacar que Iruma estaba atado con un extraño conjuro de manos y pies. Manteniéndolo todo el tiempo en el nido.
—Azz... Tengo frío—dijo Iruma tímidamente.
Asmodeus al instante tomó su suéter y lo colocó sobre Iruma simulando una manta. Ali se acercó a la pieza de ropa y la analizó. Había un aroma raro en esta. Olía a azufre y canela, una combinación que sólo un elixir podía tener...

Mientras tanto, las autoridades seguían buscando pruebas. Entre las cuales, descubrieron que el culpable de dejar gravemente heridos a esos dos estudiantes fue Asmodeus, pero ¿Por qué? No encontraban ninguna conexión hasta que uno de los estudiantes confesó que querían someter a Iruma con una poción de amor. Querían hacer una broma y ya, no era algo peligroso. Azael al escuchar esto se levantó de golpe, todo tenía que ver con Iruma y su subordinado Asmodeus Alice.

El abuelo de Iruma, Sullivan, no iba a esperar más. Era un miembro de las trece coronas y debía (quería) ejercer ese derecho. Necesitaba encontrar a su adorado nieto, tenía miedo que algo grave le fuera a suceder. Por lo que tomó algunas cosas y salió volando, dejando a Opera a cargo del papeleo de la escuela y la reconstrucción de la enfermería.

Mientras tanto, regresando a la cueva en la que se encontraban Azz es Iruma.
Asmodeus le daba de comer en la boca a Iruma, pero este no podía comer bien de sólo pensar que algo andaba mal en uno de sus soulmates.
— Iruma... Por favor, sólo otro bocado más~ — decía amable y coqueto Azz. Iruma se sonrojaba al igual que se asustaba por el comportamiento del demonio. Iruma estaba sobre las piernas de Asmodeus, seguía atado y el demonio le ofrecía la comida en la boca.
Al pequeño no le quedaba de otras más que comer, después de todo, aún así tenía mucha hambre.

Ahhhhhhh!!!!!! Pinches capítulos no se guardaron. Ahora a escribir de nuevo TwT.
Eso me pasa por querer hacerle a la experta y utilizar la computadora en vez de el celular.
En fin, sigan leyendo que al rato subo otros 3 y ya para la noche otros 2.

Mi señor IrumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora