Mi señor Iruma

capítulo 18

Hola a todos, regresé.
Ahora a cumplir lo que prometí. Después de desaparecer por lo del concurso, voy a hacer una tipo maratón, van a ser dos episodios por día.
Bueno, también estoy muy agradecida por todo el apoyo que le han dado al fanfic. Pienso que sería hora de crearme un OC demoníaco. Al final del CAP haré una pregunta sobre una característica y en los comentarios escriban. El comentario con más respuestas será el ganador.

La hermosa habitación era vista desde la cama por el joven humano. Estaba avergonzado y somnoliento. Sentirse envuelto entre los brazos de aquel demonio le parecía una fantasía, sin embargo, ahí estaba. Pero ahora cómo le vería a la cara. Después de todo, ha descubierto que el no tiene alas ni cola. Qué pasará ahora con él. Será devorado, envíado al mundo humano, encarcelado, no lo sabe.

—Mi Iruma...— decía apenas abriendo los ojos Asmodeus. En cuanto logró abrir los ojos por completo, lo primero que vió fue la cabellera azul de su amado y un cuello y hombros llenos de marcas de dientes.
—IRUMA— exclamó al mismo tiempo que caía sentado en el suelo e Iruma daba un brinco de susto sobre la cama. Iruma trataba de cubrirse con las sábanas y no verle a los ojos. Mientras que Azz aún no se percataba que estaba en el suelo mostrando toda su virilidad.
—Azz... Por favor, cubrete— dijo Iruma avergonzado.
En cuanto Asmodeus se percató de esto un sonrojo no se hizo esperar y desesperado buscó su ropa, mas no lo logró, pero al menos encontró una fina bata para dormir similar a una pijama, por el momento eso era suficiente.
—listo Iruma, ya no tiene de qué preocuparse...— dejó de hablar al percatarse que una pierna de Iruma se lograba ver. Desnuda, blanca y de igual forma, con marcas de dientes. Iruma seguía con la cabeza agachada de la vergüenza.
Asmodeus no lograba entender del todo lo sucedido. Pero luego de un rato de pensarlo bien, su mente empezó a esclarecer. O por no, qué había hecho.
Rápidamente, se arrodilló frente a Iruma y empezó a pedir perdón de manera escandalosa.
—Mi Iruma, por favor, perdone a este insecto, sé que no lo merezco pero por lo menos sepa que mi virginidad se la he dado a usted— decía complemente asustado y llorando.
—Azz...
—por favor, Iruma, no me desprecie para siempre
—Azz...
—Sé que he actuado en su contra y manchado su piel pero por favor-
Una bofetada no se hizo esperar, Iruma le veía sonrojado y directo a los ojos.
— tú no hiciste nada que yo no quisiera, si fuiste un salvaje y casi me desangro pero no importa, yo decidí también entregarte a ti mi primera vez y eso no va a cambiar nunca.

Los ojos de Iruma mostraban confianza y valentía. Lo cuál hizo que Alice sintiera ganas de tenerlo sólo para él.
—iruma...— dijo mientras se levantaba y se acercaba lentamente al pequeño, levemente colocó su mano sobre la mejilla de Iruma, luego lo llevó hacia él con sus dos manos y lo besó. Era un beso que mostraba lealtad y pasión desbordante. Una mezcla de lujuria y pertenencia también se lograban ver. Poco a poco bajó su mano hasta la cintura de Iruma.
No fue hasta que el chico humano hizo un quejido que Asmodeus reaccionó. Y dió un salto del susto.

Espero que les haya gustado. Apoyen la historia dando su estrellita y la pregunta es

¿De qué tamaño me imaginan?