Tarareé un par de canciones de camino a la disquera, revise mi teléfono cada semáforo por si Dulce me hablaba.
No quería parecer desesperado, pero necesitaba saber de ella.
Mientras llegaba, sonó mi última canción de la lista de reproducción, la dulce voz de Dul empezó a inundar mi coche al ritmo de 'este corazón'.
Mientras entraba al aparcamiento, una leve sonrisa se dibujó en mi cara al ver el coche de Dulce aparcado.
-¡Buenisimos días de Domingo Monic!
-Te noto muy feliz Ucker, ¿muchos ligues este finde? -me miró pícara.
-Nada que ver, ¿esta Pablo arriba?
-Si, en su despacho. -sonrió amable.
-Y...¿Dulce? -pregunté ansioso.
-La señorita subió con un chico hace rato.
-¿Qué? ¿Con quién?
Millones de celos inundaban mi interior.
«Dulce con un chico...¿qué chico? ¿me ha vuelto a utilizar? ¿Me mintió una vez más?»
y como esas, muchas más preguntas revoloteaban en mi cabeza.
Sin pensármelo dos veces, deje a Monic, la secretaria en su puesto, y subí las escaleras corriendo.
Fatigado por los tres pisos, hice una pausa antes de abrir la puerta que separa las escaleras de los despachos y me acicale el pelo.
Un breve colocamiento a los cuellos de la camisa, y listo.
Abrí la puerta con mis aires de súper estrella famosa.
Empecé a oír unas risitas demasiado cómplices y acelere el paso.
Y como era de esperar, mi mala suerte volvió en el mejor momento. Cuando ya empezaba a encajar las cosas, un ligero resbalón acabó conmigo.
Pero no todo era malo, ya que Dulce y su acompañante no se dieron cuenta, poco a poco me desplace hasta ellos, estaban sentados en el sofá del pasillo mientras tomaban un café.
«Mierda, esta bueno» fue lo único que pensé al ver a un tío musculoso con ella.
Para rematar, Pablo llegó también desplazándose por el suelo hasta mi.
-¿Qué haces Uckermann? ¿Celoso? -rió.
-La pregunta es ¿qué haces tú aquí? -susurré.
-No pude evitar dejarte solo aquí tirado..entiendeme, eres mi mayor estrella. -se burló de mi.
Ignoré a Pablo y empecé a intentar oír la conversación.
Misión imposible ya que Pablo no dejaba de hablarme o tararear cancioncitas pesadas.
-¡Calla! ¿No ves que estoy en medio de una misión importantísima?
-Te gusta eh.
-¿Qué? ¡NO! Simplemente quiero saber quien es ese.
-¡Haber empezado por ahí menso! Ese chico es...
-¿Quién? ¿Quién es? ¿Por que te callas? -dije mirándole.
Al verle mirar fijo al frente giré la cabeza.
«Imposible, no puede volver a hacerme esto» pensé.
Dolido por la situación salí de allí como pude sin hacer ruido, y volví para casa mientras Pablo no dejaba de llamarme y enviarme mensajitos ya que teníamos reunión, o eso era lo previsto...
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Extraña sensación.
FanfictionQuién imaginaba que el prestigioso cantante Christopher Uckermann, caería rendido a los píes de una preciosa y sencilla chica de barrio, llamada Dulce María. Se podría decir que Christopher no llevaba la mejor vida, ni mucho menos, pero lo que menos...